¡Ay, señora Baldetti!

La vicepresidenta perdió una nueva oportunidad de quedarse callada. A veces el silencio es mejor que una respuesta poco meditada que ofende la inteligencia y la dignidad de los guatemaltecos. Haber calificado al Hospital Federico Mora como un lugar “re-bonito” en respuesta a los vejámenes denunciados por un periodista de la BBC la coloca en una posición que denota una absoluta insensibilidad o pérdida de contacto con la realidad. La señora Baldetti conoce perfectamente lo que ocurre en ese hospital de salud mental y no lo sabe de ahora; le consta que no es un lugar “re-bonito”, sino uno en el que suceden toda clase de vejaciones, incluyendo violaciones sexuales. Por lo menos desde hace dos años el gobierno que ella preside fue notificado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de lo que ahí estaba ocurriendo. Por aquello de la pérdida de memoria, me permito recordar que a raíz del informe de la organización Disability Rights International (DRI), que describe al Federico Mora como “la institución más peligrosa que haya documentado en América Latina”, se presentó en el año 2012 ante la CIDH una denuncia conjunta con la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado (ODHAG).

En el mes de noviembre de ese año, la Comisión otorgó medidas cautelares a favor de los 334 pacientes del hospital y el Gobierno se comprometió a tomar acción para resguardar su integridad y terminar con las violaciones a sus derechos humanos.

En una columna publicada en este mismo espacio, el 25 de junio de 2013 denuncié que nada había cambiado: “En el Hospital prevalecen serias condiciones antihigiénicas e insalubres, que pueden calificarse como un desastre sanitario. (…) Hay escasez de artículos de limpieza y de higiene personal, no hay toallas sanitarias para las mujeres, ni pañales para los adultos mayores. Los uniformes están llenos de heces y la mayoría de pacientes caminan descalzos y tienen llagas por el sol.

Hay goteras en el techo, por lo que muchos pacientes duermen en el suelo con los colchones empapados o sobre los resortes de las camas; hay falta de comida y personas que se quedan sin ingerir alimentos. (…) Otros pacientes, sobre todo mujeres, están recluidos en celdas de aislamiento para evitar que sean víctimas de violaciones sexuales, ya que en el Hospital también están recluidas personas acusadas de delitos graves y los guardias que les custodian.

Existen numerosas denuncias de ataques sexuales dentro de las instalaciones del hospital, sobre todo durante la noche, ya que el sistema eléctrico está casi colapsado y no hay luz. Una fuente que me solicitó el anonimato denunció que varias pacientes han quedado embarazadas y han sido remitidas a los hospitales nacionales para dar a luz. Una de las medidas que se tomó fue darles pastillas anticonceptivas para evitar los embarazos. Otros pacientes se han infectado de VIH sida y otras enfermedades de transmisión sexual”.

Diecisiete meses más tarde, la situación sigue más o menos igual y no se ha atendido el fondo del asunto. Ojalá la respuesta del Gobierno, ahora que un medio internacional de tanto peso como la BBC retomó el tema, vaya más allá de las desafortunadas y ofensivas declaraciones de la vicepresidenta.

Publicado el 15 de diciembre de 2014 en m.prensalibre.com por Marielos Monzón
http://m.prensalibre.com/opinion/nota/167709326

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