La corrupción pasa factura al más vulnerable

Resulta siempre que el bien más caro es aquel que no se tiene al alcance. A propósito de la corrupción, esta expande sus ramificaciones, cual pulpo, y siempre hay alguien a quien le reclaman la factura.

La corrupción es un monstruo de muchos brazos cuyos efectos son inconmensurables. Luego de varios meses en los que la Comisión Internacional contra la Impunidad en guatemala (Cicig) y el Ministerio Público (MP) han dado a conocer investigaciones que sacan a luz cifras y nombres de personas involucradas en cinco escándalos de corrupción, estos suman fondos por Q870.8 millones, con los cuales pudo haberse causado beneficios diversos.

En las páginas principales de nuestra sección económica de hoy se hace un ejercicio periodístico que refleja algunos aspectos respecto a la gravedad de esos efectos. Resulta ilustrativo que Q870.8 millones podrían servir para ofrecer bolsas con alimentos al 92% de las familias identificadas por las autoridades como vulnerables por los efectos de la canícula extensa e intensa que se siente en el país.

Nuestra sociedad, desigual y vulnerable, requiere de paliativos para atender la salud, recibir educación o afrontar crisis como la falta de lluvias.

En el Gobierno, como en toda actividad productiva, existe en cualquier momento una lucha frontal y directa entre recursos vs. necesidades, y de ahí derivan los cuadros de prioridades. A cada instante se debe afrontar una serie de carencias que resultan ilimitadas, con recursos que tienen principio y fin.

En la planificación y ejecución presupuestaria se contemplaron gastos por Q870.8 millones, pero estos se perdieron en el entramado de la corrupción.

¿Qué cuentas entregar? Esa es la pregunta.

Un estudio realizado por Acción Ciudadana (AC), en calidad de capítulo nacional de Transparencia Internacional (TI), indica que el guatemalteco es pesimista con respecto a la erradicación de la corrupción.

Según esa medición, realizada en 2006, el 63.1% de la ciudadanía a nivel nacional consideraba “poco posible e imposible” su erradicación. Ha sido la ilusión ciudadana permanente de esperar una conducta distinta de los políticos, construida en época de campaña, y destruida en el primero o segundo año de gobierno.

Sin embargo, lo observado los sábados del último trimestre en la Plaza de la Constitución viene a ser probablemente un despertar distinto, con una actitud intolerante hacia los abusos y un reclamo por la transparencia en el uso de los fondos públicos.

 
Publicado el 07 de julio de 2015 en www.s21.com.gt por Editorial S21
http://www.s21.com.gt/editorial/2015/07/07/corrupcion-pasa-factura-mas-vulnerable

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