Exigir lo urgente, hacer lo necesario

Son los políticos y candidatos a la presidencia a quienes se debe ponerse toda la atención. Su pasado es importante. Qué hicieron en los puestos públicos que ocuparon, de dónde vienen los recursos económicos utilizados en la campaña. Allí empieza la podredumbre.

Tan solo hace unos días se escuchó que, “en todos los canales y radios del país” expondría el Dr. Baldizón su punto de vista sobre la situación que se vive. ¿Cuánto le cuesta al partido Líder el tiempo de aire? Esto, luego de una campaña de más de tres años, vallas, regalos, prebendas, etc. Sin lugar a equivocaciones, ya sobrepasó el techo permitido por el Tribunal Supremo Electoral. Es necesario que se investigue sobre la procedencia del dinero que utilizan los partidos políticos para sus campañas y quiénes
son los financistas.

Es indispensable averiguar cómo el partido oficialista se beneficia con plazas fantasmas para sus activistas, para sus “asesores” y actividades puramente de proselitismo —como las mochilas de colores primarios que aún hoy no han sido entregadas a los estudiantes. Así también la campaña anticipada que hizo el partido oficial de su candidato desertor, cuando estuvo al frente del Ministerio de Comunicaciones.

Hay otras organizaciones que están en la cuerda. Es necesario que la Cicig tome como crimen organizado a los sindicatos del magisterio y de salud. Cómo a través de los “pactos colectivos” se pagó a los dirigentes para que fueran serviles al oficialismo. Un dinero que debió servir para los gastos públicos, fue a parar a las bolsas de los seudolíderes que paradójicamente ahora manifiestan para que renuncie el Presidente (cría cuervos y te sacarán los ojos). Pero no para allí, también están los grupos organizados como el CUC y ONG que son las marionetas del Gobierno para crear caos y hacer creer a la población que se está dialogando, cuando la realidad es totalmente otra.

Brincan escándalos por aquí y por allá; el pueblo está harto de ver cómo sus esfuerzos para lograr una vida mejor se ven frustrados: cómo unos pocos, en cada gobierno, se enriquecen obscenamente mientras que los niños siguen muriendo de hambre, un pueblo sin educación, sin hospitales y sin trabajo. Sin futuro.

El general Otto Pérez debe decidir sobre su renuncia, pero las elecciones deben llevarse a cabo. Es momento de exigir al Congreso de la República que este año se apruebe la Ley de Partidos Políticos y Servicio Civil, que daría un poco de certeza a la administración pública. Luego del 15 de enero será la justicia quien lleve a los tribunales a los corruptos que nos gobiernan.