Antejuicio contra la Vicepresidenta

No obstante, para que Baldetti pueda ser juzgada ante juez, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) debe admitir para su trámite la respectiva querella o denuncia y, posteriormente, el Congreso debe declarar si ha lugar o no a formación de causa penal en su contra. Mientras esto no suceda, salvo el caso de renuncia voluntaria al cargo, dicha funcionaria no puede ser juzgada ni sentenciada por los tribunales comunes.

Conforme la Ley Orgánica del Congreso, el Ministerio Público debe promover que las actuaciones sean remitidas al Congreso, para que este inicie la investigación correspondiente, a través de una comisión pesquisidora.

 Entre la población existe un alto grado de escepticismo respecto a que el Congreso, controlado por los partidos Patriota (PP), Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y Lider, todos vinculados, vaya a abrir la puerta para que esta sea debidamente juzgada y sentenciada. Las bancadas de diputados del PP, UNE y Lider son grupos de politiqueros que responden a la voz de sus jefes y financistas, y no al clamor de sus electores, por lo que, lo más probable, es que los hechos punibles imputables a Baldetti permanezcan impunes, salvo que los jefes del PP, UNE y Lider decidan lo contrario. Y esto simplemente no ocurrirá en tanto Baldetti no esté realmente interesada en enfrentar a la justicia.

La pregunta entonces es: ¿Enfrentará Baldetti a la justicia ordinaria o no? Ella ha dicho que es inocente y que no hay pruebas en su contra. Sin embargo, sus acusadores dicen lo contrario. Luego, ¿tendrá o no las agallas y la autoridad moral para sostener su palabra ante un juez independiente e imparcial?

Si Baldetti dice la verdad, como ella sostiene, que lo demuestre ante un juez competente, y, al efecto, pida a los diputados del oficialismo (UNE-PP-Lider) que declaren procedente el respectivo antejuicio, y permitan que se abra juicio penal en su contra, y que, después del juzgamiento respectivo, sea absuelta y reivindicada ante la población. En tanto que si dice que es inocente, pero se escuda en su inmunidad política para no ser juzgada, la ciudadanía presumirá que es culpable y la historia la condenará.