¿Cuándo despertaremos?

¡Criminales desalmados, deberán recoger la cosecha de su injusticia!

La desesperanza, frustración, cólera e impotencia… se respira en todas partes. Siguen matando pilotos de buses, ladrones siguen robando celulares y dejando gente lisiada o muerta, a cambio de la incompetencia de Otto y su camarilla que han sido incapaces de arreglar nada. Los hospitales siguen colapsados, sin comida, sin medicinas, dejando morir ancianos, rechazando internar enfermos y gestionando los recursos –nunca suficientes en manos de randas– de forma anómala, al extremo que hasta las piñas… tienen sobre precio. El ministro Monterroso, otrora jefe del Sesan, cuenta con gran cobertura mediática… solo superada por la de la pareja que gobierna, la cual usa, para explicar su incompetencia. Este hombrecillo cínico, con cara de bobo, “denuncia” que es el “robo hormiga” el causante de la crisis hospitalaria. ¿Quién puede creer semejante pendejada? Seguramente no pocos y seguramente –también muchos– pensarán que él es “el bueno” y su antecesor era “el malo”. Lo que nadie dice, menos la prensa, es que los dos ministros, el anterior y éste, son del mismo partido que prometió arreglarlo todo, y empleados por añadidura de quienes dirigen al abuso y la farsa.

Monterroso fue incapaz de avanzar un centímetro en resolver la vergonzosa desnutrición –crónica– infantil. Ante el fracaso, motivado por su incompetencia y amoralidad, el gobierno confunde a la opinión pública, con la permisión y ayuda de la prensa poco informada y nada acuciosa, diciendo que “han reducido la desnutrición infantil”, pero refiriéndose a dos o tres municipios con desnutrición estacional o aguda… no a la crónica, en donde está el verdadero problema ¡Criminales desalmados, deberán recoger la cosecha de su injusticia! En números gruesos cuando este impúdico gobierno empezó, había un millón de niños desnutridos crónicos, y hoy aún existen, en la misma cantidad, significando el 50 por ciento de todos los niños centroamericanos con ese problema. Solo en el mandato “patriotista”, lleno de promesas y fatuidad, campaña permanente y promesas incumplidas; el de la demagogia exacerbada y el cinismo galopante, unos seiscientos mil niños que arribaron a los cinco años se quedaron con un cerebro atrofiado, incapaz de pensar bien y menos de ser –algún día– hombres y mujeres brillantes.

Hablaba con un amigo de la espuria y ofensiva publicidad oficial, cuyos recursos serían dignos de mejor causa… seguridad, salud y justicia, por ejemplo. Grato sería los medios de comunicación ya que se llenan las bolsas con nuestros impuestos, al menos invirtieran en investigación y talento, o en ceder espacios a gente no comprometida con la inmundicia… pero solo han avanzado en más y más pauta gubernamental, en espacios oficiales disfrazados de noticia y en legitimar a los falsos servidores públicos que no sirven a nadie, más que a su codicia ¿A usted no le parecen repugnantes los noticieros que si no son culto al ego, son vitrinas de narcisistas, nalgas postizas o sirven para hacer apologías de sinvergüenzas, a través de falsa “investigación” o de entrevistas prefabricadas? Los corruptos van ganando, el hediondo sigue avanzando, gobernando, avasallando ¿y usted callando? ¡Piénselo!