Los miembros de la Cámara de la Construcción advirtieron el lunes pasado que el impuesto al cemento elevará en un seis por ciento el costo y significará la pérdida de 20 mil empleos.
Según la oficina de estadísticas de la Cámara Guatemalteca de la Construcción (CGC), el incremento en 333 por ciento del impuesto a la distribución del cemento, aumentará el desempleo, el contrabando e impactará en una menor recaudación de por lo menos cuatro impuestos diferentes.
El presidente de esa institución, Pelayo Llarena, aseguró que con el incremento al impuesto de Q1.50 a Q5 por cada saco de cemento comprado, se perderán por lo menos 20 mil puestos de trabajo el próximo año.
Como consecuencia, la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) reducirá sus ingresos fiscales por concepto de gravámenes como el Impuesto Sobre la Renta (ISR), y el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Además las municipalidades dejarán de percibir ingresos por la emisión de menos licencias de construcción, y por el Impuesto Único Sobre Inmuebles (IUSI), detalló Óscar Sequeira, coordinador de estadísticas de la CGC.
“Por supuesto que se va a incrementar el impuesto al cemento porque es demasiado lo que le subieron, pero el Estado dejará de percibir ISR, por ejemplo, porque se perderán miles de puestos de trabajo; IVA porque aumentará la informalidad; se reducirá la recaudación por licencias de construcción y IUSI, porque disminuirá la construcción de viviendas”, explicó.
La CGC reportó que el uno por ciento del cemento que se distribuye en el país es producto de contrabando, pero a partir de 2015 la venta de esa materia prima de manera ilegal podría incrementarse hasta un cinco por ciento. Los constructores prevén “una recesión en la industria”, debido a que la construcción en general sufrirá un incremento del seis por ciento, consideró.
Lo anterior obligará a que grandes proyectos de obra gris se detengan antes de iniciar, o en su transcurso, para ajustar los precios que se fijaron en los contratos firmados antes de que el Congreso de la República aprobara el Presupuesto de la Nación 2015.
Menos vivienda
Eduardo Velásquez, académico del Centro de Estudios Urbanos y Rurales (CEUR) de la Universidad de San Carlos (Usac), consideró que se plantean dos escenarios, uno favorable “ficticio” y otro desfavorable “real”.
El primero podría verse favorable, como consecuencia del aumento de un impuesto específico, que tiene como destino “alimentar los fondos privativos para construcción de vivienda social, en apariencia la construcción de esas casas tendría que aumentar”.
Velásquez señaló como “real” que menos personas tomarán la decisión de construir una vivienda o remodelar. “El fondo social para la vivienda no ha aliviado el déficit habitacional, porque el Gobierno utiliza ese dinero en otras cosas que no son atender la demanda habitacional, y ahora con la materia prima más cara, menos guatemaltecos podrán construir”, expresó.
Según el Registro Nacional de las Personas (Renap), durante el año se han formado 75 mil nuevas familias, pero según los datos de la CGC, solo se construyeron 20 mil nuevas casas.
Disminuirá consumo interno
Óscar Chile Monroy, experto en el tema fiscal, prevé que el consumo interno, es decir, las ventas en general, se verán fuertemente afectadas.
La informalidad crecerá “desmedidamente” debido a la pérdida de empleos formales que ocasionará la medida. “Es un impacto en cadena, porque sin duda alguna afectará muchos impuestos, pero peor aún es que la actividad de la construcción se va a contraer y eso hará que se pierda mucha mano de obra, lo que afectará como siempre al ciudadano más necesitado”, refirió.
El auditor calificó como una “traición” de los diputados la autorización de incrementos impositivos que afectarán directamente a la población. “Si hubiera modificado impuestos que afectarán a empresas, se sabe que las cámaras y los sectores organizados se opondrían, aunque el pueblo en general no tiene representación real y digna para defender ese tipo de cosas… pero les pasará la factura”, puntualizó.
El presidente de la Gremial de Minas y Canteras, Mario Orellana, indicó que con el aumento sorpresivo de las regalías para la minería la competitividad del país está amenazada. “Afectará el precio de las acciones de compañías que cotizan en la Bolsa y restará competitividad a una incipiente actividad en Guatemala”, dijo Orellana.
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