Tiempo de despertar

“El azar no existe; Dios no juega a los dados”, Albert Einstein.Para muchos las fiestas de fin de año, cuando se empiezan a visualizar, les ayuda a no pensar lo que durante en el año no se logró completar y muchos sueños cada vez se ven más lejanos que lo que uno quisiera aceptar, pero la verdad es que no estamos alcanzando las metas que nos trazamos.
 

Si podemos ver, como visualizamos lo que queremos hacer y lo que queremos alcanzar, lo primero que debemos evaluar como individuos y personas que hemos llegado a la madurez es si en el modo de ver las cosas somos largo placistas, visualizando a la distancia los obstáculos y las oportunidades que tenemos que enfrentar para poder llegar. Si hay aéreas en las cuales no podemos ver con claridad, pensamos en alternativas para que no colapse nuestro proyecto.

Pero lamentablemente, muchos somos tan cortoplacistas que solo pensamos en los dos primeros pasos y pensamos que una vez iniciado, la misma fuerza de arranque nos llevará adelante el resto del camino. Esto es tan real en el inicio de un negocio o bien una carrera de estudio o cualquier otro proyecto que nos hemos involucrado para alcanzar un sueño o un peldaño que queremos escalar en esta vida. Esto no es que haríamos si hubiéramos desistido y abandonado, pero la verdad no hemos avanzado mayor cosa y no hay claridad en el final del túnel que hemos comenzado a caminar.

En realidades como estas, tenemos dos alternativas a las que podemos apelar. La primera es buscar quién debería habernos ayudado y no lo ha hecho, pero una búsqueda como esa nos llevará a mayores frustraciones y ansiedades, porque cada uno está caminando su propio camino y no tiene por qué caminar para llevarnos a nosotros a nuestro destino.

Pero la segunda alternativa es enfrentarnos con nosotros mismos y reconocer si en nosotros hay la suficiente madurez y la disciplina necesaria para que las ideas que tenemos las podemos traducir en acción no importando la cantidad de sacrificio que esto implique.

Nuestra determinación se mide cuando estructuramos planes con la especulación de terceros para que abonen a nuestro proyecto, entendiendo que la persistencia es una cualidad que no mide el precio de las limitaciones, sino al contrario mira las limitaciones como un proceso natural para poder alcanzar la meta.

Cada uno de nosotros estamos rodeados de gente que vive especulando y, según ellos, es lo que es mejor y lo más prudente, y cuando no resulta el cálculo se miran como gente que no tiene suerte, cuando no es como lo pintan, sino que hay que saber que se debe valorar el esfuerzo del cálculo y que la suerte solo es un elemento de cosmética que solo los de afuera lo miran, y uno que está por dentro, poniendo todo el esfuerzo, sabe que con silencio debe avanzar aunque sea muy lentamente.

Debemos empezar con el postulado que, cuando podemos hacer algo y poner de nuestra parte, todo el esfuerzo avanza paso a paso hasta llegar a ver nuestra meta alcanzada. Tristemente aquellos que nosotros admiramos, lo hacemos por observar lo que han alcanzado, pero ignoramos el proceso que han tenido que vivir para alcanzar el lugar donde están en la actualidad.

La Guatemala que soñamos para mañana tiene que ser el esfuerzo de los que son responsables en todo lo que hacen y en cada etapa proyectar una madurez que genere una admiración digna de ser copia.

 
Publicado el 16 de noviembre de 2014 en www.prensalibre.com por Samuel Berberian
http://www.prensalibre.com/opinion/Tiempo_de_despertar-Samuel_Berberian_0_1249675024.html#

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