Nueve departamentos concentran mayoría de matrimonios forzados

Guatemala, Alta Verapaz, Huehuetenango, Quetzaltenango, Quiché, Totonicapán, Petén, Izabal y Escuintla son los departamentos en los que hay mayor incidencia de casos de niñas que han sido obligadas a casarse o a convivir con un hombre mayor.

Así lo aseguran entidades nacionales e internacionales, las cuales destacan que lo anterior es producto de negociaciones entre los padres, que deciden vender a sus hijas y entregarlas en matrimonio desde los 10 años.

Según datos de la Embajada Británica en Guatemala y de la entidad nacional Refugio de la Niñez, el norte y occidente del país concentran esta práctica, aunque también destacan que cada vez sea más recurrente en el departamento central. Ambas instituciones también coinciden en que en los últimos 5 años se registraron más de 80,151 matrimonios de niñas y adolescentes entre las edades de 12 a 18 años. En ese sentido, el Instituto Nacional de Estadística (INE) da cuenta de que, de 2009 a la fecha, Guatemala tiene el 11.4% de incidencia; Alta Verapaz, el 9.8%, y Huehuetenango, 9.2%, con lo que encabezan la lista.

El Registro Nacional de las Personas (Renap) reporta que entre 2012 y septiembre de 2013 se inscribieron 6,577 matrimonios de menores de edad, solo en los departamentos de Totonicapán, Quetzaltenango, Huehuetenango y Quiché.

Costumbre y pobreza
Leonel Dubón, director de Refugio de la Niñez, asegura que algunos padres venden a sus hijas porque viven situaciones de extrema pobreza y buscan algún beneficio de tierras y/o dinero; en otros casos, los progenitores ven la situación como un derecho consuetudinario.
“Muchos padres creen aún en las costumbres antiguas de pactar o hacer un trueque con sus hijos”, expresa Dubón.

La mayoría de menores que se casan bajo estas condiciones son niñas desde los 10 a los 15 años, quienes son entregadas a hombres mayores de 40 o 50 años.

Sarah Dickson, embajadora británica en Guatemala, asegura que la mayoría de estas menores tienen poco acceso a la educación, escasez de oportunidades económicas y que es muy probable que vivan en extrema pobreza.

“Para estas niñas, el matrimonio no es una decisión, sino algo que les pasa con diferentes grados de coerción física y psicológica. Estas niñas tienen un riesgo mucho más alto de tener complicaciones en el embarazo y parto”, afirma la diplomática.

Según datos estadísticos de de la Asociación para la Eliminación de la Prostitución, Pornografía, Turismo, Tráfico Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes (Ecpat), en un estudio realizado en 2013, en el 55% de los casos las menores sí contrajeron matrimonio, mientras que el porcentaje restante simplemente se unió. Renap también registró que entre 2012 y septiembre de 2013 fueron inscritos 10,096 nacimientos de niños y niñas, hijos de mujeres menores de 18 años de edad.

Beneficios familiares 
La directora de Ecpat, María Eugenia Villareal, expresa que este es un fenómeno que no necesariamente involucra solo a los pueblos indígenas, y destaca cómo el fenómeno se ha hecho más visible en el área metropolitana.

“Entregan a las niñas a los esposos por una deuda, una vaca, dinero en efectivo, una terreno, quintales de maíz o frijol, pero, además, se deshacen de ellas, pues es una boca menos que alimentar”, expresa Villareal. De acuerdo con la representante de Ecpat, las menores son obligadas a vivir en la casa del esposo, donde se convierten en criadas de toda la familia y resultan embarazadas.

“En la mayoría de los casos, no hay un reconocimiento claro de que es un delito y por ello es aceptado; se llenan de hijos y pierden su infancia”, expresa Villareal.

Otra modalidad de trata 
Según el Ministerio Público, los matrimonios forzados de menores son otra modalidad de trata de personas, y se define como los que se realizan sin el libre y pleno consentimiento de al menos una de las partes contrayentes.

A criterio de las instituciones, las consecuencias de estos actos van desde daños a la salud física y psicológica de las niñas y adolescentes víctimas, se les despoja de su infancia, se transforman en madres esposas sin contar con la madurez, y en muchas oportunidades son violadas en su noche de bodas.

Estadísticas de la Alianza Nacional de Organizaciones de Mujeres Indígenas por la Salud Reproductiva informan que, en lo que va del año, se han registrado casi 25 mil embarazos en menores de edad, comprendidas entre los 14 y 19 años. Esta agrupación también se muestra preocupada por las muertes maternas y neonatales, que ocurren mayormente en Huehuetenango, Quiché, Alta Verapaz y San Marcos, lo cual coincide con las áreas en las que hay más matrimonios forzados.

Distintas organizaciones nacionales e internacionales que integran la Mesa a favor de las Niñas presentó al Congreso de la República la iniciativa 4746, en la que busca subir la edad mínima de los matrimonios de 14 a 18 años para homologar la usada con los varones. “Esperamos que en el Congreso le den dictamen favorable; incluso esperamos cambios para que también sea penalizada la unión de hecho”, manifiesta Villareal.

Su niñez costó Q30 mil 
Otro de los casos que se investigan en el Ministerio Público es el de una menor de 12 años que fue rescatada por la Procuraduría General de la Nación en Izabal. La niña fue entregada a un hombre de 50 años, quien es un maestro de la localidad. Las primeras pesquisas dan cuenta de que el individuo entregó Q30 mil a los padres a cambio de la niña.

Todo por un caballo
Las primeras investigaciones sobre la muerte de Éricka Susana Hernández, de 11 años, en la comunidad Bridas, Chiquibul, Dolores, Petén, demuestran que la pequeña había sido ofrecida a un hombre como parte del pago de una deuda. El trato habría sido Q300 más la niña. Pese a que el caso se encuentra en reserva, algunas declaraciones apuntan a que la menor se convertiría en la conviviente de un hombre que le vendió un caballo a la familia. La noche en que esta fue secuestrada, los sindicados en el caso también acabaron con la vida de su familia. Las víctimas fueron identificadas como Jeremías Ramírez, de 35 años; Amalia Pau, de 36; Sindi Hernández Pau, de 3; Verónica Ramírez Pau, de 18 meses, y Ana Luz Hernández Pau, de 6.
A Éricka, las fuerzas de seguridad la encontraron con heridas de arma blanca. Testigos han revelado que los padres habían hecho el trato con los delincuentes, pero luego se arrepintieron y esto desencadenó la tragedia.

“Ya no quiero tener marido” 
Una menor de 13 años fue rescatada por la autoridades en Salamá. La niña tenía dos años de que los padres la habían entregado a un hombre de casi 40 años a cambio de una cuerda de terreno.
La infante conversó con psicólogos y narró que tenía dos años de ser la esposa del sujeto, y también de ser la responsable de todos los quehaceres domésticos de los suegros. “Yo ya no quiero tener marido”, dijo con malestar evidente. También admitió no estar enamorada de su conviviente.

“Muchos padres creen aún en las costumbres antiguas de pactar o hacer un trueque con sus hijos”.— Leonel Dubón, Refugio de la niñez

Publicado el 03 de noviembre de 2014 en www.s21.com.gt por Coralia Orantes
http://www.s21.com.gt/nacionales/2014/11/03/nueve-departamentos-concentran-mayoria-matrimonios-forzados

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