JORGE JACOBS A.
El momento utilizado no podía ser mejor. Los funcionarios se aprovecharon de que casi todos en Guatemala estábamos discutiendo la elección de magistrados a la CSJ y a las cortes de Apelaciones. Creyeron que nadie se iba a percatar. Querían hacer su agosto en octubre. Robarse US$100 millones en una sola movida. “Hay que prepararse para cuando ya no tengan a su disposición el dinero de los babosos tributarios”, pensarían. Afortunadamente, alguien se dio cuenta. En un muy buen reportaje presentado este martes por Manuel Hernández en Prensa Libre se reveló el robo descarado que nos quieren hacer los gobernantes. Hernández tuvo la iniciativa no solo de reportar la compra sino de obtener información de un sistema similar comprado en un país vecino, Honduras.
Resulta que hace apenas un mes se acaba de inaugurar en ese país el nuevo sistema que, por las descripciones, entiendo que hace lo mismo y quizá más de lo que están comprando acá en Guatemala. La diferencia astronómica radica en el precio.
El sistema que se instaló en Honduras tuvo un costo de US$10.5 millones mientras que el que van a comprar acá costará la bicoca de ¡US$112 millones! Es decir, 11 veces lo que costó allá, o lo que es lo mismo, una comisión de más del 90 por ciento para una transacción a todas luces mafiosa.
Atrás quedaron los años cuando la ahora vicepresidente se quejaba de que en el gobierno la corrupción llegaba al 30 por ciento de las compras.
Ahora vemos que, por lo visto, la queja no era porque fuera muy alta sino porque era muy baja. Para qué robarse el 30 por ciento si se pueden robar el 90 por ciento. ¿Qué más da?
El presidente tuvo la osadía de defender lo indefendible y dijo que lo que pasa es que el sistema es distinto al de Honduras y que él respaldaba al ministro de Gobernación en esta compra. No me queda la menor duda de que lo respalda porque de seguro se repartirán la gigantesca comisión ya que, de otra manera, no hay justificación alguna para esa oficiosa defensa.
No hay ninguna explicación posible, y especialmente creíble, que justifique la diferencia de US$100 millones para realizar un trabajo similar. Por más que le doy vueltas al asunto no se me ocurre qué artilugio de tecnología cuántica podría tener el sistema guatemalteco para justificar esa desigualdad. Por más que le agreguen varios data centers, redundancia, inteligencia artificial, y quien sabe qué otras vainas que se puedan inventar, no se justifica por ningún motivo esa enorme disparidad.
La única explicación creíble es que se van a robar esos US$100 millones. No hay de otra. Y si no es así, deben inmediatamente declarar lesiva la adjudicación. Aún si fuese mejor, digamos el doble, el sistema que pretenden comprar aquí, un país como Guatemala no se puede dar esos lujos. Se mantienen llorando que no les alcanzan los recursos, y ¡cómo les van a alcanzar si los derrochan de esa manera!
La única salida aceptable para que el gobierno se lave la cara es que desistan de esa compra. No me queda la menor duda de que encontrarán otras formas de robarse nuestro dinero, pero este descaro ya no tiene ni madre. ¡Ladrones!
Publicado el de octubre del 2014 en www.prensalibre.com http://www.prensalibre.com/opinion/US-100-millones_0_1230477221.html
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