Se busca contralor de cuentas

La postuladora de la CGC está integrada por 19 profesionales: 9 decanos, 9 contadores públicos —cinco del Colegio de Contadores y cuatro del Colegio de Economistas— y un rector, quien la preside. Según el cronograma de trabajo a partir de hoy se iniciará la recepción de expedientes de los profesionales que buscarán ser postulados al cargo. El 3 de  octubre empezará la exclusión de quienes no cumplen los requisitos y el 14 octubre el espacio será para las organizaciones de la sociedad civil para que presenten denuncias contra los aspirantes. El 27 de  ese mismo mes se harán entrevistas a los aspirantes seleccionados y el 4 de  noviembre se trasladará el listado al Congreso cuyos legisladores elegirán al próximo funcionario.

El punto medular de este proceso gira en que los miembros de la postuladora antepongan las necesidades del país para que no sea otro espacio más viciado con esos intereses sectoriales, político-partidistas o corporativos. Sino que sea un ejercicio en donde exista una amplia participación de los profesionales comprometidos con la institucionalidad, con la fiscalización y la transparencia. Recordemos que la CGC es una institución que ha sido seriamente cuestionada por los diferentes sectores especialmente porque se ha convertido en un ente que lejos de proceder judicialmente contra los funcionarios públicos que malversan o roban los impuestos de los guatemaltecos tiende a avalar o desvanecer los desmanes.

Es necesario que los miembros de la postuladora reflexionen acerca de la responsabilidad histórica que tienen en sus manos, caso contrario pasarán a formar parte de esos profesionales que anteponiendo intereses particulares o políticos seleccionaron a figuras nefastas que pusieron en riesgo a esa institución tales como Marco Tulio Abadío y Óscar Dubón Palma.

Guatemala merece a un contralor que se responsabilice con la lucha contra la corrupción y con el valor suficiente para procesar judicialmente a aquellos que aprovechándose del cargo se enriquecen ilícitamente. Los casos de latrocinio abundan, pero desafortunadamente son escasos los profesionales comprometidos con el país.