Un elocuente despropósito

La semana pasada, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) anunció que había dejado sin efecto la suspensión de seis meses contra 11 partidos, sancionadas por incurrir en propaganda electoral anticipada.  
En sí la resolución sancionatoria del TSE causó polémica, debido a su débil sustentación jurídica. Sin embargo, fue acogida con regocijo por la opinión pública, sobre todo debido al enorme descrédito en que ha caído la partidocracia en nuestro país. Fue vista como un desafío de la autoridad electoral a los politiqueros, que siempre hacen los que les da la gana.

Lo jurídicamente procedente habría sido que la sanción de suspensión hubiera recaído sobre cada organización política, después de una investigación concreta y específica, y no sobre todos los partidos en general por no haber acatado una orden de no hacer propaganda.

En todo caso, el Artículo 21 de la Ley Electoral y de Partidos Políticos, al limitar los gastos de los partidos para la campaña electoral, que oficialmente se inicia a partir de la convocatoria a elecciones por el TSE (en mayo del año entrante), prácticamente impide que los partidos puedan gastar en propaganda antes de la referida convocatoria, así de fácil. Asimismo, dicha disposición legal advierte de sanciones (incluyendo la suspensión) e, incluso, la cancelación de los partidos en caso de inobservancia de sus normas.

Asimismo, el TSE, en la resolución de suspensión de los 11 partidos, expresó que la sanción sería levantada antes si la autoridad electoral comprobaba que los partidos ya no estaban haciendo campaña electoral anticipada.

Por cierto, el tiempo que duró la suspensión de los partidos, la publicidad oficial fue aprovechada por el oficialismo para hacer propaganda en favor de los precandidatos oficialistas, especialmente del presidenciable y de los alcaldes oficialistas que se postularán a la reelección. Sin embargo, el TSE, a pesar de los requerimientos públicos de que pusiera fin a esta práctica de competencia desleal, no prohibió la publicidad oficial con ese sesgo, extremo que causó mala impresión.

Ahora viene el TSE a levantar la suspensión de los 11 partidos, otra vez de manera genérica, sin responder a investigaciones concretas y específicas en cada caso sobre la propaganda anticipada, lo que ha dejado un mal sabor entre la opinión pública, debido a la ilegalidad e inconsistencia de la decisión. De hecho, dos magistrados del TSE, María Eugenia Mijangos y Mario Aguilar Elizardi, votaron en contra de la misma, porque, a su juicio, el PP (oficial) y Líder (principal opositor) continúan haciendo campaña electoral anticipada.

Publicado el 08 de septiembre del 2014 en www.elperiodico.com.gt escrito por editorial el periodico
http://www.elperiodico.com.gt/es/20140908/opinion/1537/Un-elocuente-desprop%C3%B3sito.htm

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