Esos retos que todavía merecen ser asumidos

Erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza de primaria universal, promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el VIH/Sida, paludismo y otras enfermedades, garantizar la sostenibilidad del medioambiente, y fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
 

Los anteriores enunciados no son deseos lanzados al azar. Se trata de objetivos internacionales compartidos por muchos países como medidas que logren el desarrollo de las naciones en el mediano y largo plazo.

Cualquier político, por tanto, no se cansará de acudir a ellos para crear expectativas entre la gente, pues sabe muy bien que hacia eso apuntan las familias en su diario vivir y las organizaciones sociales bien intencionadas.

Sin embargo, no es mucho lo que puede presumirse en cuanto a logros, desde que en 2002 se formalizaron estos propósitos por parte de 189 países, en el marco de la Organización de las Naciones Unidas.

Un esbozo de la situación prevaleciente se encuentra en el reportaje central del Suplemento Pulso de hoy en Siglo.21, y por eso se adelanta que se carece de motores de desarrollo que incorporen a la población.

En este tipo de temas, debido a que tarde o temprano se cuantifican los resultados, es más probable percibir cuando se está estancado o se retrocede. Los políticos, a los cuales aludíamos antes, podrán ser evidenciados con el tiempo, en caso hayan logrado su propósito de dirigir los destinos de una nación.

Tristemente, a medida que nos acercamos al final del plazo en el cual debe determinarse si se cumplieron los llamados Objetivos de Desarrollo del Milenio, vemos que en muchos rubros no se camina adecuadamente y en unos cuantos solo se registran acercamientos tímidos.

Y precisamente porque las administraciones gubernamentales han sido incapaces de concatenar políticas, con obras y resultados, en períodos de tiempo prolongados y con altos niveles de probidad en la ejecución, es que las poblaciones más necesitadas son también las más vulnerables a impactos naturales.

No es casualidad que justamente las comunidades que por años han vivido en pobreza extrema, sean de nuevo las más indenfensas a fenómenos como la sequía prolongada. Otra historia contaríamos si esas mismas familias hubieran tenido más oportunidades para desarrollarse, producir y trabajar con dignidad, ya que sus posibilidades de sobreponerse se multiplicarían.

Pero tampoco se vale o se deben dar por incumplidos los objetivos y esperar marcar nuevos plazos. Debe avanzarse sin que la automatización de la burocracia limite la atención a preparar informes para justificar o disimular el no cumplimiento.

 
Publicado el 26 de agosto de 2014 en www.s21.com.gt por Editorial Siglo Veintiuno
http://www.s21.com.gt/editorial/2014/08/26/esos-retos-que-todavia-merecen-ser-asumidos

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