La justicia merece privilegiarse

Esos casos que guardan polvo en las distintas fiscalías están a la espera de un salvador, personificado en un testigo, materializado en una prueba o, simplemente, aguardan por el momento en que el investigador tenga tiempo de activarlo.

Aunque es probable que muchos de esos expedientes en mora tengan que ver con robo de joyas o celulares, no se puede descartar que haya crímenes de alto impacto que se quedan sin resolver o sin el suficiente avance para lograr una condena.

De inmediato, estos papeles apilados en el piso de las oficinas del MP ponen en evidencia lo urgente de dotar de recursos a las instituciones a cargo de investigar y sancionar la criminalidad en el país; no es un favor para los ciudadanos, sino una obligación del Estado. La justicia no solo debe ser accesible, sino también rápida y transparente.

Los guatemaltecos no pueden tener confianza o esperanza en ello cuando la acumulación de expedientes representa que en algunas fiscalías un solo investigador debe hacerse cargo de no menos de 2 mil pesquisas. En este sentido, la población se desmotiva y ve una razón más para no acudir a las instancias pertinentes para lograr justicia; o se resigna o, peor aún, quiere hacer justicia con sus propias manos en circunstancias que esta sociedad ya no puede tolerar si quiere construir la paz y la democracia.

Las fiscalías liquidadoras que plantean crear el MP para hacerle frente a este atraso es un paso que no debe tardarse más. El ente investigador debe estar consciente de que detrás de cada uno de esos fólderes puede estar la tranquilidad de alguien, o simplemente, el punto y final de algún doloroso proceso o incertidumbre.

Fortalecer de forma integral al MP, económica y estructuralmente, puede contribuir a mejorar el desempeño de los fiscales, pero también a recuperar la confianza en la población para que no deje de denunciar o no abandone los casos a medio camino, como ocurre muchas veces por intimidación o frustración