CIV sigue gestión de préstamo por US$300 millones

El Ministerio de Comunicaciones mantiene en firme la gestión para conseguir un préstamo por US$300 millones con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDS). El titular de esa cartera, Alejandro Sinibaldi, explicó que ese fondo servirá para ampliar a cuatro carriles la carretera que conduce de Mayuelas (Gualán, Zacapa) a Puerto Barrios, Izabal.

Este es el tercer préstamo gestionado, en este año, por la cartera dirigida por Sinibaldi y que aún está en análisis por los funcionarios del banco. Los otros dos fueron solicitados al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) por un monto de US$280 millones y a Taiwán por la cantidad de US$50 millones.

En el primer caso, el crédito ya fue aprobado por el Congreso de la República en mayo pasado, y servirá para la ampliación de la ruta CA-2 Oriente, que va desde Escuintla a Ciudad Pedro de Alvarado, frontera con El Salvador.

Taiwán anunció en febrero la donación de US$50 millones y un crédito por US$50 millones para la construcción de dos carriles más de la carretera Jacobo Árbenz Guzmán, que va desde Sanarate hasta El Rancho, en el departamento de El Progreso. Este proyecto también debe recibir un aporte gubernamental de US$20 millones.

Asignación política

Carlos Martínez, analista independiente, considera que la prioridad de asignarle más fondos a la construcción de infraestructura crea sospechas de que se haga con fines políticos, pues el titular del CIV es el virtual candidato presidencial del Partido Patriota (PP). “A la vez se están descuidando áreas más sensibles como la infraestructura de salud y educación, y la red de carreteras secundarias”, comentó.

Con Martínez coincide el director del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), Hugo Maúl, quien opinó que al solicitar un préstamo “evitan enfocarse en el gasto adecuado, por lo que permiten la erogación de recursos para actividades superfluas”.

Martínez agregó que es negativa la contratación de más deuda pública, pues la recaudación tributaria sigue estancada. “Es una contradicción perversa, porque no importa hacia dónde se dirija el gasto, se está financiando con deuda pública y eso no es sano”, opinó.