Guatemala y sus retos ambientales

Fue en diciembre de 1972 cuando la Asamblea General de Naciones Unidas estableció el 5 de junio como el Día Mundial del Medio Ambiente, hasta convertirlo en uno de sus principales vehículos para sensibilizar a los países sobre la importancia de promover acciones, proyectos y políticas que busquen preservar nuestro entorno natural.

De acuerdo con las cifras oficiales de Naciones Unidas, en 2013, la celebración fue citada en 200 mil entradas de blogs y en más de 26 mil artículos de prensa publicados en los primeros 10 días de junio. También estiman que los videos producidos por esa organización fueron vistos por 120 millones de personas en pantallas digitales en Nueva York, Milán, Londres, Múnich y Barcelona, entre otras ciudades.

En el marco de esta serie de actividades, que se extiende a más de cien países, quisimos reflejar algo del entorno ambiental recurrente en la metrópoli, el cual, sin embargo, muchas veces parece no ser atendido con la seriedad y la fuerza que el tema requiere en estos tiempos.

El tema del vertedero de basura de la zona 3, por ejemplo, siempre vuelve a los medios informativos cuando se habla de contaminación, sin que año con año presenciemos una evolución significativa. Al contrario, es obvio que estamos ante un problema que se agrava con el crecimiento poblacional.

Las autoridades municipales nos informan, sin embargo, que cada año avanzan en el control de la contaminación, gracias a un proyecto de verter hasta 20 mil metros cúbicos de selecto al mes, con una erogación económica de Q23 millones anuales. A pesar de ello, es claro que seguimos lejos de tener una solución integral en ese tema.

Otro problema ambiental que afecta a la metrópoli y que tampoco parece tener cerca un final feliz, o al menos decente, es el de la contaminación de los ríos. A tal punto ha llegado la situación, que expertos aseguran que hasta el 90 % de los ríos estarían sucios, y 14 de ellos, con niveles altos de contaminación.

Los ríos Villalobos y Las Vacas son los que más cargan los desechos de la capital y ciudades vecinas. Por ahora, las plantas de tratamiento de aguas residuales brillan por su ausencia.

Traer de nuevo a la memoria estos problemas urgentes y que seamos conscientes del grave daño que representa no actuar debidamente es el primer paso para encontrar soluciones. Y, por supuesto, también entender que individualmente cada guatemalteco y su correspondiente entorno familiar, laboral o empresarial, pueden aportar mucho por la preservación de su medioambiente

Publicado el 05 de junio de 2014 en www.s21.com.gt por Editorial Siglo Veintiuno
http://www.s21.com.gt/editorial/2014/06/05/guatemala-sus-retos-ambientales

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