Parte de los residuos que se concentran en la zona 3 capitalina llegan a las aguas del río Chinautla. Foto Wilder López/s21
El destino final de estas 3 mil toneladas es el vertedero de la zona 3, el cual constituye un agobio para los vecinos del sector y sus alrededores. Hoy, en el Día Mundial del Medio Ambiente, es propicio reflexionar en que los desechos capitalinos también han convertido en desagües los ríos Las Vacas y Villalobos.
Con un área de 284 mil metros cuadrados y 8 patios de depósito, el basurero de la zona 3, conocido como “relleno sanitario”, vicia el aire que respiran quienes viven en sectores de las zonas 1, 2, 7, 11 y 12, principalmente cuando hace mucho calor o llueve.
“En verano huele a plástico quemado, que irrita la garganta y produce comezón de nariz, pero cuando llueve, el olor de la basura es insoportable”, afirma Antonia Acán, directora de la Escuela Manuel Marcos Martínez, ubicada a pocas cuadras del vertedero.
La entrevistada relata que los alumnos de este centro educativo, un total de 110 niños y niñas, han crecido en el área cercana al basurero y están “acostumbrados”, pero considera que el hecho de vivir en un lugar tan contaminado puede traer consecuencias de salud en el futuro.
Wendy Girón, madre de una alumna de la jornada vespertina, expresa que los olores del relleno sanitario llegan hasta la zona 7, donde reside junto a su familia. “No nos salvamos, a pesar de que no vivimos en estos alrededores. En invierno el olor a basura es tremendo y hasta desconcentra”, expone.
Una recicladora (guajera), quien labora junto a su familia en el vertedero, y quien no quiso identificarse, señala que todo es cuestión de costumbre y estilo de vida. “Crecimos en esto y no nos afecta. Las condiciones de trabajo no son las mejores, pero es lo que nos da el sustento. Ni nuestros hijos ni nosotros nos enfermamos; vivimos como cualquier familia”, refiere, y agrega que ellos contribuyen con el ambiente, porque se dedican al reciclaje.
Carlos Sandoval, vocero de la Municipalidad de Guatemala, afirma que el grado de contaminación de este relleno sanitario ha disminuido en los últimos años, principalmente por el proceso de verter el material conocido como selecto, para compactar y aislar los olores, un proceso en el que se utilizan alrededor de 20 mil metros cúbicos de dicho material al mes.
“El objetivo es mitigar la basura y aislarla lo más pronto posible, para que no contamine más, pero es imposible eliminar todos los olores”, asevera Sandoval.
Los ríos, el camino líquido de la basura
El relleno sanitario, no solo es un factor contaminante del suelo y la atmósfera; también tiene que ver con los recursos hídricos del país. Este proceso ocurre principalmente cuando la lluvia arrastra cantidades de desechos a los ríos, los cuales trasladan estos contaminantes y los llevan a cauces tan importantes como el del río Motagua.
Jaime Carrera, investigador del Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente, de la Universidad Rafael Landívar (Iarna), afirma que en el país no hay un monitoreo sistemático del grado de contaminación de los ríos, pero se sabe que el 90 % está sucio.
“En el país, unos 14 ríos tienen niveles muy altos de contaminación. En la ciudad son los ríos Villalobos y Las Vacas los que cargan con los desechos del área metropolitana y lugares aledaños”, apunta el investigador, quien asevera que estos dos caudales son los que representan más peligro para el ambiente.
“Las Vacas termina en el Motagua y contribuye a contaminarlo; por eso es importante que haya tratamiento de las aguas residuales. Se han visto casos en que la restauración hidrológica ha revertido los daños de recursos hídricos, incluso aquellos que fueron contaminados químicamente”, agrega Carrera.
Así lo dijo
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“No nos salvamos, a pesar de que no vivimos en estos alrededores. En invierno el olor a basura es tremendo y hasta desconcentra”.— Wendy Girón Afectada por basurero
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“El objetivo es mitigar la basura y aislarla lo más pronto posible, para que no contamine más, pero es imposible eliminar todos los olores”.— Carlos Sandoval Vocero de la comuna
Recuadros
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Problema del vertedero, con solución lejana Retirar el vertedero de la ciudad y de zonas residenciales es una de las opciones para dejar de contaminar la ciudad; sin embargo, el vocero de la comuna, Carlos Sandoval, afirma que esta es una posibilidad muy complicada, ya que generaría costos elevados en la población, que paga una cuota mínima de extracción de basura. “Se tiene que contemplar el área, el transporte y el combustible. Los camiones tendrían que elevar demasiado el precio por lo que implica”, explica el entrevistado, quien cree que es mejor darle un buen tratamiento al vertedero en el lugar donde está. Asegura que la comuna invierte Q23 millones al año en esta tarea. En cuanto a los ríos, el investigador Jaime Carrera asevera que hace falta una cultura de responsabilidad de manejo de basura en la población, ya que el 35% de los basureros está cerca de los ríos y que la solución sería crear plantas de tratamiento de aguas residuales. Ricardo Gossman, asesor de Salud y Ambiente, del Ministerio de Salud, afirma que en Guatemala hay muy pocas plantas residuales. “Se estima que solo el 4 o 5% de los ríos recibe tratamiento, lo cual es muy bajo; por eso, hay que promover que se creen más plantas, principalmente en el ámbito municipal”, señala
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