JOSÉ RAÚL GONZÁLEZ MERLO
Churchill dijo: “la democracia es la peor forma de gobierno, excepto por todas aquellas otras formas que se han intentado”. Y con ello, en nombre de la “democracia”, se han realizado y se siguen realizando los peores asaltos a la libertad del individuo. Me pregunto ¿qué pensaría Churchill si viese en lo que se ha convertido esa palabra? Churchill habría entendido, por democracia, algo más que un simple mecanismo electoral. Debe incluir también otras instituciones que garantizan el funcionamiento de una República.
Por ejemplo, la separación e independencia de los tres poderes: el Ejecutivo (presidente), el Legislativo (Congreso) y el Judicial (los tribunales). La existencia de una Constitución que garantice el respeto de los derechos individuales: la vida, la libertad y la propiedad del ciudadano frente a la continua tendencia de los gobernantes por violarlos. Cualquier intento por corromper estas instituciones republicanas debería ser visto como un atentado contra la misma “democracia”.
Lamentablemente no se ve así. Para algunos, por ejemplo, el único requisito que legitima la existencia de un gobierno es que este llegue al poder por medio de elecciones. Ni se califican las elecciones, ni mucho menos el comportamiento post electoral.
Allí tienen la defensa de Manuel Zelaya luego de su fallido intento por eternizarse en el poder en Honduras.
Daniel Ortega fue más pilas y corrompió las instituciones republicanas para reelegirse indefinidamente luego de haber consolidado su poder de manera fraudulenta.
Hugo Chávez, inmediatamente después de haber llegado al poder “democráticamente” infiltró a su gente en puestos clave para garantizar una ventaja estratégica en las siguientes contiendas electorales. Sin los contrapesos naturales de un organismo ejecutivo y judicial, pudo hacer y deshacer a su sabor y antojo contra sus enemigos políticos.
Son ejemplos de cómo la democracia ha permitido que las tendencias más radicales la conviertan en autoritarismos. Hasta Hitler llegó al poder “democráticamente”. Por ello es que institutos como Freedom House han visto, con justificada preocupación, esa tendencia. En 2009 publicaron un estudio que califica de “estados autoritarios” a China, Rusia, Irán y Venezuela; y los acusa de estar minando la democracia dentro y fuera de sus fronteras. Los cuatro presumen de ser “democráticos”… Churchill se debe estar revolviendo en su tumba al ver en lo que se ha convertido su “peor sistema de gobierno”.
Así que la “democracia” efectivamente se ha convertido en el peor sistema de gobierno para los pueblos que no han entendido que la sucesión pacífica del poder político, mediante elecciones, es solo un aspecto de su vida política. Son las instituciones de la República las que garantizarán el respeto a sus derechos. La palabrita “democracia” se puede prostituir fácilmente a voluntad del pícaro de turno. Los ejemplos sobran.
Abramos los ojos y ayudemos a otros a que los abran. Y aguas con los defensores “a capa y espada” de la democracia. No vaya a ser que sean ellos quienes anden más perdidos.
Publicado el 08 de abril de 2014 en www.prensalibre.com http://www.prensalibre.com/opinion/Democracia_0_1116488346.html
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