Monotributo y “No Prioridad”

Hugo Maul R.

La razón de estos impuestos es acostumbrar  a los empresarios informales a tributar.

Es muy pronto para saber si la propuesta del Monotributo tiene alguna viabilidad técnica y política. No obstante, hay que tener cuidado que lo que parece ser una buena idea en el papel, puede terminar siendo un fracaso total en la práctica. En ausencia de mayores detalles respecto del nuevo tributo, la experiencia con el régimen del Pequeño Contribuyente revela importante información respecto del compromiso de las autoridades que ven este tipo de sistemas de tributación. Por más simple que parezca el régimen del Pequeño Contribuyente, pertenecer al mismo implica importantes costos y molestias, además de las desventajas que acarrea que sus facturas no generen derecho a crédito fiscal.

Para principiar, los trámites de inscripción se hacen en una oficina de la SAT, algo que, potencialmente, puede implicar importantes costos de búsqueda y traslado para los interesados en este régimen tributario. Segundo, además del obligado “original y copia” del DPI, comprobante del domicilio fiscal y del domicilio comercial, el interesado debe tener número de NIT, llenar dos formularios, hacer un pago y esperar varias horas en cola para ser atendido por el funcionario respectivo. La supuesta simplicidad del régimen del Pequeño Contribuyente solamente puede entenderse a la luz de las complicaciones asociadas a otros regímenes tributarios. Este régimen, al igual que el Monotributo, tienen pocas esperanzas si estos trámites no se simplifican aún más, se reducen los costos de transacción asociados a los mismos y se facilita la inscripción vía electrónica o en otro tipo de dependencias del Gobierno con mayor presencia en todo el país.

 Para colmo de males, quienes acuden voluntariamente a las oficinas de la SAT a realizar el trámite de inscripción al régimen del Pequeño Contribuyente, descubren la poca importancia que se le dá a este proceso; quien se acerque con este propósito a las oficinas de la SAT recibirá del sistema de asignación automática de turnos instalado un tiquete con leyenda “No Prioridad” impreso en letras grandes. Resulta irónico que en un país en donde se necesita tanto ampliar la base tributaria y promover la cultura tributaria, en donde muy pocas personas se acercan a pedir su inscripción voluntaria en un régimen tributario, la SAT catalogue de “no prioritario” el trámite de inscripción al régimen tributario más “simple y sencillo” para la gran mayoría de negocios. Es difícil saber si este desafortunado hecho es producto de la coincidencia o del verdadero sentir de las autoridades respectivas. En todo caso, es importante tener claro que este tipo de regímenes no tienen como objeto ahogar a micro y pequeños negocios con impuestos y costosos trámites, o aumentar la recaudación tributaria. La razón de ser de estos impuestos es acostumbrar a los empresarios informales a tributar, como un primer paso que lleve a su eventual formalización; finalmente, los intereses de micro y pequeños empresarios son más importantes que los del fisco.

 
Publicado el 18 de febrero de 2014 en www.elperiodico.com.gt 
http://www.elperiodico.com.gt/es/20140218/opinion/242834/

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