Costos pura droga

 

ALFRED KALTSCHMITT

 

En el intríngulis cada día más complejo y perverso de la guerra contra las drogas, sobresalen siempre dos partes de una ecuación que nunca encajan dentro de la lógica y el sentido común. Veamos: Por un lado existe una creciente demanda de drogas en los Estados Unidos. Un mercado insatisfecho que consume todo lo que ingresa con una voracidad que no consiguen llenar los traficantes y tiene perplejos a los científicos. Entre los cuales destaca el Dr. Daniel Lieberman, director del departamento de Biología Evolutiva de Harvard, quien en su obra, La Historia del Cuerpo Humano:

Evolución, Salud y Enfermedad The Story of the Human Body: Evolution, Health, and Disease, muestra un estudio fascinante de cómo nuestras naturalezas paleolíticas, encajadas en medio de una realidad híper-moderna, están fallando en ajustarse.

El Dr. Liebermann concluye que nuestra realidad sicológica está desajustada en el mundo en que vivimos. Por esa razón los niveles de cortisol —la hormona del estrés— se mantienen constantemente elevadas en las ciudades en que vivimos. Como si estuviésemos en peligro. No estamos diseñados para esto y hace proclive a muchos a consumir cualquier cosa que alivie un estrés que rebasa su diseño biológico. Las conclusiones de Liebermann sobre el futuro de la especie son un tanto negras.

Y por el otro lado está la oferta, el precio y la pureza de las drogas: “No hay una correlación entre incautaciones y la oferta de la droga”, —enfatiza Dan Werb, investigador y sub-coordinador del Centro Internacional por la Ciencia en Política sobre de Drogas, International Centre For Science in Drug Policiy, St. Michael’s Hospital, Toronto, Canadá. El estudio comprueba que la pureza de la heroína y cocaína se han incrementado, 60 y 11 por ciento, respectivamente, entre 1990 y 2007. La pureza del cannabis saltó a 161 por ciento. Las drogas, pues, no solo son más puras que nunca, sino también más baratas. Según el estudio de marras, la cocaína bajó 80 por ciento desde 1990. La heroína, 86 por ciento. Sin embargo, el costo de combate fue de trillones de dólares.

Todo lo anterior deviene de una reflexión generada por un reportaje de Prensa Libre publicado el pasado sábado sobre el costo millonario que tiene para el gobierno el mantenimiento y cuidado de seis helicópteros donados el año pasado para el combate de las drogas. Según el reportaje, el contrato es por Q236 millones.

Indiferente a la justificación de estos cálculos numéricos, el asunto central es que en la reunión con el subsecretario William Brownfield debería haberse abordado la singular asimetría que existe entre los Q28 mil millones de droga incautados durante el año pasado, y estas erogaciones operativas pagadas con el dinero de los contribuyentes guatemaltecos.

Digo, deberían haber consideraciones y resarcimientos económicos mínimos por impedir que toda esa droga no haya llegado a los mercados estadounidenses. ¿Acaso no sería más justo que ese costo lo asumieran ellos?

Q28 mil millones incautados en droga es una cantidad nada despreciable para un país como el nuestro, enquistado en un territorio cooptado por los narcos, funcionando como país puente y territorio minado el narco-crimen.

En algún momento se habrá pensado que nuestro país debería permitir a los Estados Unidos la instalación de una base para combatir el narcotráfico, equipada con helicópteros, tropas estadounidenses, equipo ultra moderno y un bolsón generoso para sufragarlo todo. Como lo han venido haciendo en Colombia, país al que le han entregado más de US$4 mil millones para la erradicación de la coca y el combate de los narco insurgentes.

Se asume que estas inferencias estratégicas se hacen a diario sobre el tablero. Habría que preguntarse qué es lo que no sabemos que impide tal posibilidad…

 
Publicado el 18 de febrero de 2014 en www.prensalibre.com 
http://www.prensalibre.com/opinion/Costos-pura-droga_0_1087091347.html

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