Alarmante escalada de precios

Los groseros incrementos en los precios de los útiles escolares y de los productos de consumo diario en general, que se han producido en los últimos días, así como la incesante especulación frente a una alarmante pérdida del poder adquisitivo de la moneda nacional el Quetzal, están fomentando un enorme descontento no solo entre los habitantes de las áreas urbanas, sino particularmente en las zonas rurales.

La pésima conducción de la política económica a cargo del señor Sergio de la Torre, ministro de Economía y expresidente del CACIF, la cúpula del sector empresarial del país, ha aumentado la miseria y la pobreza en que vive la gran mayoría de la población guatemalteca.

Los niveles de desempleo son  altísimos, mientras la deuda externa casi rebasa los 7 mil millones de dólares, según datos del Banco de Guatemala al 30 de noviembre del 2013. El mayor monto se le debe a organismos multilaterales, como el Banco Interamericano de Desarrollo, BID.

Solo en concepto de intereses, en el 2012 Guatemala estaba pagando alrededor de 270 millones de dólares, o sea un poco más de 2 mil millones de quetzales.

Más de la mitad de la población total del país se encuentra en situación de pobreza, sin posibilidad de satisfacer sus necesidades básicas alimentarias, de salud, educación, vestido y vivienda. Muchos de los trabajadores carecen de prestaciones laborales, pues han sido reclutados mediante el ingrato sistema de pagos mediante la presentación de facturas en concepto de honorarios. Por consiguiente, no están afiliados al Seguro Social y no tienen la esperanza de una jubilación al llegar al final de su vida productiva.

El incremento del 5% al salario mínimo aprobado recientemente por el presidente Otto Pérez Molina, es apenas una gota de agua en el desierto y no compensa los elevados grados de inflación que literalmente están esquilmando al pueblo.

El actual gobierno pro empresarial de Guatemala, y la clase dominante, se ufanan porque en estos dos años se habría registrado algún crecimiento económico, pero no dicen que se trata de un crecimiento con más pobreza para los sectores vulnerables.

Por ahora no hay señales de que la situación pueda mejorar, pues la política del gobierno se inscribe dentro del esquema de la economía neoliberal, enfocada a favorecer el enriquecimiento de pequeños pero poderosos grupos oligárquicos, que controlan las principales industrias, empresas comerciales, bancos y entidades financieras, mientras la mayoría apenas sobrevive con salarios de hambre.

A pocos días de concluir el segundo año del régimen del presidente Pérez Molina, la percepción generalizada en la sociedad, es de frustración y desencanto.  La conclusión es que el gobierno fracasó en el desarrollo de las políticas sociales y en el cumplimiento de su principal compromiso de garantizar la seguridad a los habitantes.

Publicado el 08 de enero de 2014 en www.lahora.com.gt por Félix Loarca Guzmán
 http://www.lahora.com.gt/index.php/opinion/opinion/columnas/189355-alarmante-escalada-de-precios

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