Jorge jacobs.
En Guatemala se está tratando de hacer creer que se está criminalizando la protesta social. Incluso hasta han intentado unirlo con los ataques que se han dado contra algunos periodistas y meterlo todo dentro del guacal de la libertad de expresión. Nada más alejado de la realidad. Son dos cosas muy distintas. Algunos periodistas han sufrido ataques como consecuencia de su trabajo en medios de comunicación. Los incidentes que se han dado alrededor de la “protesta social” son muy distintos. La libertad de expresión es un bastión imprescindible sin el cual tarde o temprano terminaríamos bajo una tiranía, sea del símbolo que sea. Sin esa libertad, los gobernantes podrían abusar del poder a su sabor y antojo, sin temor a ser descubiertos, mucho menos rechazados o depuestos por la población. Es por ello que vemos cómo todos los gobiernos de tinte totalitario, tarde o temprano, buscan la manera de ir cerrando los espacios a la prensa independiente.
Por eso es tan importante defender la libertad de expresión. Si no la defendemos, pronto lo pagaremos con la perdida de nuestra libertad. Y hay que entender que la libertad de expresión es un derecho de todas las personas, no solamente de los periodistas. Afortunadamente la tecnología ha hecho que cada vez sea más fácil para las personas hacer oír su voz, sin necesariamente tener que ser parte del oficio del periodismo.
¿Es un crimen la “protesta social”? Para nada. Ejercerla forma parte de la libertad de expresión. Entonces, ¿cuál es el problema? Sencillo, que algunos grupos de interés han implementado medidas de hecho a través de las cuales han cometido delitos, excusándose en la “protesta social” y por ende en la libertad de expresión. Y cuando se les dice que cometen delitos argumentan que se está“criminalizando la protesta”.
Una cosa es elevar la voz, de manera pacífica, en contra de las que consideremos injusticias o malos actuares de los gobernantes y otra muy distinta es violar los derechos de los demás para que se escuche nuestra voz. Una cosa es ir a hacer un plantón o una huelga de hambre frente al Palacio y otra muy distinta es bloquear las carreteras de todo el país o secuestrar personas. Las primeras son protestas legítimas que todos tenemos el derecho de hacer; los segundos son delitos por los cuales se deben pagar las consecuencias.
Algunos argumentan que si no toman medidas de hecho no se les atiende. Pero aún si esta excusa fuera cierta, no por ello se deja de cometer un delito. De hecho, ponerse en ese plano es tan criminal como el extorsionista que amenaza con ocasionar un daño a alguien si no se le remunera. No hay mayor diferencia. Y de los extorsionistas no podríamos argumentar que están defendiendo la libertad de expresión. ¿Por qué podríamos argumentar lo mismo de los que realizan medidas de hecho?
Es importante defender la libertad de expresión, pero quien comete delitos o crímenes utilizándola de excusa, es un criminal. ¿Usted qué opina?
Publicado el 05 de diciembre de 2013 en www.prensalibre.com por Jorge jacobs.
http://www.prensalibre.com/opinion/Protesta-criminal_0_1042095797.html
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