De cara al Presupuesto del Estado 2014

Aunque respecto del total de riqueza que producirá el país (PIB) el año próximo (Q456.6 millardos), el proyecto de Presupuesto del Estado para 2014 es 15.5 por ciento, equivalente al de este año, su debilidad es la misma: no hay fuentes de financiamiento para un presupuesto de tal magnitud, aunque el papel (o el PowerPoint) todo lo aguante. No quisiera ser pájaro de mal agüero, pero la sobreestimación que subió infundadamente el presupuesto a Q66.9 millardos en 2013, es parecida a la que pretende llevar el presupuesto 2014 a Q70.6 millardos.

 El diputado que coordinó la elaboración del Plan de Gobierno del Partido Patriota, en reciente entrevista confesó públicamente que lo programado era llevar el Presupuesto del Estado a Q67 millardos en los cuatro años; es decir, concluir el periodo gubernamental con el presupuesto de Q67 millardos, pero que a este monto se llegó desde el primer año. Como bien anticipó el defenestrado primer Superintendente de Administración Tributaria nombrado por el actual Gobierno, era imposible alcanzar las metas de recaudación.

 Los hechos han demostrado que el Presupuesto del Estado sigue desfinanciado, pero no por razones económicas porque la economía está creciendo a un ritmo del 3.5 por ciento, sino por las evidentes deficiencias de planificación, primordialmente asociadas con la implementación de la reforma tributaria (aprobada a la carrera el año pasado) y la sobreestimación de ingresos, defendida a capa y espada por el exministro de Finanzas.

 Es un logro el incremento de recaudación del 25 por ciento en el ISR, pero se esconde que la estimación oficial era aumentarlo en 47 por ciento y, sobre esta base, se subió el presupuesto para 2013 a Q66.9 millardos. Y como sobreestimaron los ingresos y no pueden reducir los egresos porque los gastos ya han sido anunciados y por consiguiente comprometidos, les resulta urgente endeudarse.

 Este año el Estado no alcanzará las metas de recaudación y el año entrante tampoco, porque nuevamente se volvió a sobreestimar los ingresos. Se volvió a proponer un presupuesto desfinanciado, ahora por Q70.6 millardos. Dentro de un año, nuevamente estaremos en las mismas condiciones de contención del gasto y precariedad para cumplir con los compromisos estatales. Una historia que lamentablemente podría volver a repetirse. Más gasto público implica más impuestos o más deuda, o ambos. No hay de otra.