o de determinado grupo étnico. En esa forma, desde hace muchos años han sido beneficiados miles de jóvenes y de adultos en todo el mundo. Nadie puede estar en contra.
EL ASUNTO PUEDE dar pie a injusticias. Por ejemplo, en el caso de las cuotas estudiantiles, sería absurdo el razonamiento de negar la posibilidad de estudio a muchachos porque el número de estudiantes pobres deba ser la base del cálculo. Por ejemplo: si una cuota es decidida de 25% y hay ocho estudiantes, no podría haber en total más de 30. Si hubiera 40, a esos diez de diferencia se les debería negar la inscripción, porque el 25% de 40 es 10. Ante la disyuntiva de no cumplir con la cuota exigida por la ley y dejar sin estudios a diez jóvenes, no hay discusión posible, por elemental lógica y porque esa ley, como todas, estaría sujeta a mejoramiento. El mensaje es claro: las cuotas son una posibilidad, no pueden ser una imposición.
EL TEMA DE LAS CUOTAS ha adquirido interés como consecuencia de los cambios realizados a la Ley de Partidos Políticos, los cuales por cierto no podrán hacerse realidad como fueron aprobados, de manera apresurada, por los diputados. El tema de las cuotas obligatorias para mujeres como candidatas, en apariencia es positivo y constituye un avance. Pero al analizarlo con un poco de realidad humana, social y, sobre todo, guatemalteca, surgen algunas dudas y emergen verdades lamentables, pero existentes. Sin cuotas, el Congreso de la República tiene veinte mujeres, equivalentes a un 12.65%. Con una cuota de 30%, ese número debería aumentar a 47. Es decir, sería necesario lograr la elección favorable para un total de 27 mujeres.
LAS DIPUTADAS ACTUAles son: del PP, Araceli de Recinos, Marta de Martínez, Magnolia Figueroa, Ana Regina Guzmán, Sofía Jeanet Hernández, Floridalma Leiva, Emilene Mazariegos, Delia de Paniagua y Gloria Sánchez. Del Líder, Delia Back, Alicia Beltrán, Beatriz Canastuj, Elsa Cu, Laura Franco, Julia Maldonado, Miriam Pineda y Mirza de Cardona; Virna López, de de la GANA; Lesli Buezo, independiente, y Nineth Montenegro, de Encuentro por Guatemala, y de Emilene Mazariegos al resto me es imposible recordar la participación destacada en alguna actividad. De seguro es culpa mía, pero ello me hace pensar en un hecho obvio: la participación de cualquier grupo ciudadano en el Congreso no garantiza nada.
LA CUOTA POLÍTICA TIEne además el problema, para los partidos, de ofrecer candidaturas por necesidad de llenarla, con lo cual corren el riesgo de llamar a filas a mujeres tan corruptas e incapaces como cualquier hombre. Y también pueden ofender a quienes no son llamadas por capacidad, sino por la necesidad de llenar. Por aparte, no tengo claro el panorama en caso de unas elecciones en las cuales las candidatas fueron derrotadas porque los votantes simplemente no las aceptaron, y entonces el Congreso quedara con un porcentaje menor al 30 indicado por los cambios de la ley, o incluso menor. Pero a mi juicio, el problema mayor es cómo hacer para convencer a mujeres capaces de participar en la ahora tan desprestigiada actividad de la política.
Publicado el 04 de noviembre de 2013 en www.prensalibre.com por Mario Antonio Sandoval http://www.prensalibre.com/opinion/Viabilidad-real-cuotas_0_1023497667.html
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