Primera mirada al presupuesto 2014

El proyecto de ingresos y egresos del gobierno central para 2014 asciende a Q70,564 millones, lo que equivale al 15.4 por ciento del PIB. Guatemala seguirá teniendo uno de los presupuestos más pequeños del mundo y el más reducido de Latinoamérica.

Los ingresos tributarios estimados para el próximo año rondan los Q52.1 millardos, lo que implicaría un incremento de casi Q4 millardos con respecto la recaudación efectiva de 2013. Aunque la cifra es bastante más realista que la de años anteriores, hay que advertir que su cumplimiento dependerá, en buena medida, del comportamiento económico y de los esfuerzos adicionales de fiscalización. Todo parece indicar que la “quinta columna” del Gobierno se encuentra dentro de la Administración Tributaria, pero debilitando el sistema aduanero y la recaudación de impuestos. La merma de ingresos en aduanas neutralizó, este año, el efecto positivo de la Ley de Actualización Tributaria, que incrementó en más del 25 por ciento los ingresos por el Impuesto sobre la Renta.

Por otro lado, los compromisos de gasto continuarían dejando poco margen de maniobra para innovar en las políticas públicas. En 2013, por cada quetzal de ingresos corrientes, el Estado tenía compromisos de gasto que superaban el Q1.05. Esta relación se mantendrá en 2014. Asimismo, sectores clave para el bienestar social –como salud, educación, seguridad y justicia– tendrían incrementos magros cuando no reducciones en su presupuesto, mientras el presupuesto para el pago de la deuda pública y sus intereses, se incrementaría de manera significativa.

Es evidente que las prioridades de gasto tienen un toque más electoral que de desarrollo o búsqueda del bienestar general. En términos reales, mientras el presupuesto destinado a Comunicación Social (publicidad gubernamental) se incrementaría 85 por ciento respecto al PIB, las asignaciones para el Ministerio de Salud se reducirían 7 por ciento. Los ministerios Público, de Gobernación y Ambiente y Recursos Naturales se suman a la lista de dependencias con menos presupuesto. Por su parte, los recursos de la cartera de Educación se elevarían en Q1,577.4 (14.7 por ciento), para cumplir el pacto colectivo de trabajo y evitar más ingobernabilidad. Pero se sacrificaría la ampliación de la cobertura y la mejora de la calidad educativa, mermando recursos para la dotación de útiles escolares.

En cuanto al financiamiento, es preocupante no solo el continuado descalce entre ingresos y gastos, sino la desventajosa forma como se pretende financiar los Q10,712.6 millones (2.3 por ciento del PIB) de déficit esperado. Se prevé cubrir el 81 por ciento del déficit con Bonos del Tesoro, a tasas de interés altas y plazos cortos. Otro 17 por ciento con préstamos externos a tasas de interés bajas, plazos largos y períodos de gracia, mientras el restante 2 por ciento, con recursos de caja. La tarjeta de crédito pública está llegando al máximo. Esto no solo se debe a la utilización poco estratégica de la deuda, sino que también a la incapacidad para recaudar y reestructurar la deuda, buscando alternativas que disminuyan su costo.

Frente a esta realidad, la sociedad debe exigir al Congreso dos acciones. La primera es que el presupuesto 2014 priorice salud, educación y nutrición, al tiempo en que se reconfigura la arquitectura del endeudamiento. La segunda es que, con el consenso de instituciones sociales, se aprueben las leyes de transparencia que comiencen a cerrar los espacios a la corrupción y a la utilización ineficiente de los pocos recursos con los que cuenta el Estado.

 

 

Publicado el 08 de octubre de 2013 en www.contrapoder.com.gt porJonathan Menkos Zeissig
http://www.contrapoder.com.gt/es/edicion22/opinion/752/Primera-mirada-al-presupuesto-2014.htm

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