La estructuración de la corrupción

Yo sostengo que mientras en Guatemala la corrupción sea el vehículo más utilizado por unos pocos en detrimento de las grandes mayorías, generalmente las más marginadas, el país no tiene futuro porque nunca podrá haber presupuesto que alcance para atender las grandes necesidades y carencias que tenemos.

Y la corrupción es tan rentable porque nuestro sistema de justicia ha sido neutralizado de tal manera que sirva sólo para poder perseguir a aquellos que actúan burdamente, que son demasiado descarados o que no tienen los contactos para utilizar a los grandes mercaderes de la impunidad.

De suerte que los sinvergüenzas simplemente tienen que ser muy cuidadosos en la estructuración de los negocios. Dependiendo de los cargos y los montos, así debe ser el nivel de sofisticación que los negocios requieren.

El sistema bancario experimenta un retiro especial de efectivo los días en que el Ministerio de Comunicaciones y sus brazos ejecutores pagan a sus contratistas, porque éstos se encargan de llevar en efectivo el monto de las mordidas a repartir.

Cuando los congresistas deben votar por alguna situación ya pactada fluyen cantidades de efectivo, dado que los pagos se hacen de esa manera y bastaría con que nuestra Superintendencia de Bancos cumpla su papel para poder detectar esos pagos que no tienen respaldo alguno ni amparo en la ley.

Así llegamos al mayor nivel de sofisticación que es utilizado en todos los grandes negocios estatales y que consiste en los pagos realizados a entidades constituidas en el extranjero. Resulta que nuestros gloriosos políticos y sus aliados contratistas se aprovechan de los llamados paraísos fiscales para poder establecer compañías en jurisdicciones que son “poco rigoristas”.

Denuncias ciudadanas de algunas personas que dicen hacerlo porque si no, los dejan fuera de la jugada perdiendo mucho dinero que han invertido en el desarrollo de algunos proyectos, cuentan que los pagos a funcionarios por el otorgamiento de contratos, licencias de explotación de recursos y un largo etcétera, son depositados en cuentas del exterior en donde nuestras autoridades no tienen el alcance, no digamos la voluntad. Los depósitos se hacen desde otras entidades fuera de plaza.

Y se menciona la voluntad porque si trabajaran en la inteligencia y llevaran a cabo investigaciones especializadas, pudieran tener posibilidad de descubrir a las personas que hacen los negocios estatales; además, es un tema de voluntad porque de una u otra manera parte de ese dinero viene a parar a las arcas nacionales  cuando se terminan de formalizar algunos otros negocios.

Debemos entender que el problema de nuestro país tiene sus raíces en la impunidad que sigilosamente se ha ido construyendo a lo largo de los años y que, los guatemaltecos comunes y corrientes, hemos permitido por nuestra indiferencia ciudadana misma que es dividida por una línea muy delgada con la complicidad.

Si no hacemos de nuestra lucha ciudadana un clamor para erradicar la corrupción que se fortalece a través de la impunidad, nunca dejaremos de ver a nuestros niños mal nutridos, a nuestra juventud sin oportunidades, a los hospitales y centros de salud en condiciones lamentables, las escuelas en mal estado, la policía en precariedad, un sistema de transporte público deficiente, el aparato judicial diseñado para beneficiar a unos pocos, etc.

¿Cuántas oportunidades de ser un mejor país nos habrá quitado la corrupción? ¿Cuántas muertes habrá causado y seguirá causando el hecho que los recursos estatales no lleguen y se inviertan en donde más se necesitan? Ese es un crimen que ha venido causando muertes silenciosas y robando oportunidades a muchos buenos guatemaltecos que luchan y se esfuerzan a diario; es un crimen de lesa humanidad.

Es importante que los ciudadanos lideremos con el ejemplo y que ello siente las bases para exigirle a nuestras autoridades que demuestren voluntad para entrarle a las cabezas de más arriba del monstruo, parafraseando la forma en que las autoridades llaman a la corrupción, misma que ellos alientan desde que pactan en las campañas con los financistas y que les representa jugosos millones que luego gozan con total tranquilidad en este mar de impunidad.

Publicado el 10 de Septiembre 2013 en www.lahora.com.gt por Pedro Pablo Marroquín Pérez 
http://lahora.com.gt/index.php/opinion/opinion/columnas/183556-la-estructuracion-de-la-corrupcion

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