“La violencia se ejerce para obtener control”

¿Hay estudios que expliquen la violencia contra la mujer?

López: Es producto de la violencia generalizada como país, la cual data desde la Colonia. El sociólogo Severo Martínez Peláez hizo referencia (en La patria del criollo) a la violencia que el Estado ejercía contra la población indígena para tener control sobre ella.

También el escritor Carlos Figueroa Ibarra, en 1980, en su obra (El recurso del miedo: Estado y terror en Guatemala) escribió sobre el control del Estado hacia la población.

Esto está aunado a la situación de violencia contra la mujer, y es producto de lo que vivimos los guatemaltecos, pero además está aunado al machismo y al sistema patriarcal.

¿Hay un perfil común de crímenes contra mujeres?

López: Ejercen este tipo de violencia personas normales, pero también debemos hablar de la gente que ha sido abusada. Quien ha sido agredido aprende a agredir. También deben tomarse en cuenta los problemas sociales y psicológicos que presenta el agresor.

Se da la violencia contra hijas, convivientes y familiares. Se ejerce cuando las personas están conscientes de su derecho y se revelan, y se niegan a hacer ciertas cosas. Entonces, la violencia se aplica para controlarlas.

¿Cuál es la tendencia de crímenes con saña?

López: Se espera que disminuya. Las mujeres están conscientes cada vez más de sus derechos. Por ello se promueven estos. Es una cultura de la denuncia.

¿Denunciar incrementa los femicidios?

Recinos: Se dan casos en que las mujeres se empoderan sobre sus derechos, pero las matan a los dos o tres días que presentan las denuncias, como el caso de Petrona Lancerio García, quien el 15 de noviembre del 2012 fue llevada de Cuilapa a Chiquimulilla, donde la mataron.

¿En Quetzaltenango hay avances en investigaciones?

López: Sí. En dos casos hubo capturas, aunque los agresores han aprendido a borrar evidencias. Sin embargo, el Ministerio Público logró recabar pruebas.

¿Cuáles son los crímenes más impactantes en Santa Rosa?

Recinos: El de Lancerio García, quien dejó a una niña en la orfandad. Con la madre de la víctima presionamos, y el mes pasado nos enteramos de que fueron detenidos en Quetzaltenango los sindicados, por otros delitos, pero también se les sumará el de femicidio.

¿Cómo califican la prevención del delito?

López: El hijo que ve cómo agreden a la mamá, aprende a ser violento. Por ello se debe empezar en el hogar la prevención.

En cuanto a las adolescentes, tratamos de educarlas sobre los novios, pues no es normal que estos sean posesivos. La violencia busca ejercer poder y control.

Se hace campaña con adolescentes que están sometidos a otro tipo de violencia, como el acoso escolar, y es aquí donde las jovencitas se ven en situaciones de vulnerabilidad.

Recinos: La Ley contra el Femicidio ha ayudado en Santa Rosa, pues los patojos toman conciencia sobre la violencia contra la mujer, y que tiene castigo. Lo que creo que se necesita es difundirla entre los estudiantes, desde el ciclo básico.

¿Cómo juzgan el papel de las organizaciones de justicia?

López: Para un trabajo efectivo, los recursos son limitados, aunque se debe tomar en cuenta la sensibilidad para aplicar la justicia. Hay limitación por la falta de pruebas, pero en Quetzaltenango funciona.

¿El problema de la violencia empieza desde que se es niño?

Recinos: Todo empieza en casa. Hay padres violentos, y para los niños llega a ser normal, hasta convertirse en asesinos.

López: La educación debe incluir principios y valores. En la actualidad hay desprecio por la vida.

La violencia doméstica la llega a ejercer el hermano mayor, y contra las personas de la tercera edad. Quien tiene el poder ejerce la violencia.

A veces también la mujer la ejerce, y cuando su sueldo es mayor al del hombre.

¿Hay víctimas que niegan sufrir violencia?

Recinos: Es por la codependencia que tienen. El agresor le hace creer a la víctima que no tiene salida, que depende económicamente de él, al igual que sus hijos. Le bajan la autoestima, y para ello se aprovecha del miedo que despierta.

Cifras  y casos

Entre enero y julio se reportaron 478 muertes violentas de mujeres en todo el país, según la organización Grupo Guatemalteco de Mujeres.

En Quetzaltenango se registraron, entre enero y agosto, ocho casos.

Entre los que más conmocionaron a la sociedad quetzalteca están el de Candelaria Sánchez, de 20 años, asesinada el 20 de agosto, supuestamente por su esposo;  el de Yoselin Gabriela Argueta,  18, universitaria que murió violentamente en la pensión donde vivía, al parecer por su novio; y el de Micaela Saquic Tahay,  32,  que apareció en un tonel con concreto, luego que fuera secuestrada junto con sus dos hijos. Por ese caso hay dos mujeres detenidas.

En Santa Rosa se han registrado 22 casos de femicidio en el 2013. El más sonado fue la de una  agente de la Policía Nacional Civil, ultimada por un compañero, en agosto último.