Robo de celulares: ¿fracaso anunciado?

Sí, pero ¿cómo? Las intenciones son buenas, la forma en que se pretende combatir este flagelo es cuestionable. Una ley en esta materia no resolverá, necesariamente, el robo de celulares. Una ley puede servir para castigar a los delincuentes y ser utilizada como disuasivo para la comisión del delito, sin embargo, si no hay certeza en la aplicación de la ley, el efecto en este tipo de criminalidad será muy limitado o nulo. Además, por supuesto, de los costos que dicha ley impondrá sobre los usuarios de teléfonos móviles.

La alternativa de una ley ha sido aplicada en otros países con pobres resultados, e incluso, con efectos no deseados. En el caso de México, en 2009 se implementó el Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Renaut), el cual fue derogado en 2012 por carecer de confiabilidad y por haber registrado a menos de la mitad de los usuarios. Además, los datos consignados en el registro se filtraron y eran vendidos a quien pagara su precio para ser utilizadas en extorsión. No hay garantía alguna que esto no sucedería en Guatemala si se utiliza un mecanismo similar. Al final, el mecanismo terminaría facilitando el trabajo a los extorsionistas. En Colombia en 2011 se promulgó la Ley de Seguridad Ciudadana, sin embargo, entre el 2011 y 2013 los robos de celulares incrementaron 21 por ciento. En Bolivia en 2009 se reguló la comercialización y activación de teléfonos celulares mediante el Decreto Supremo 353. Aún así, el incremento de robo de teléfonos celulares entre 2010 y 2012 fue del 252 por ciento.

Se ha encontrado que la inefectividad de las leyes se debe en gran parte a factores tecnológicos. Por esa razón, algunos países están implementando medidas alternativas para lograr el objetivo de reducir estos delitos: detección de Número de Identidad de Equipo Móvil Internacional (IMEI) falsos o genéricos con software que vincula un IMEI a un modelo de teléfono y fabricante, bloqueo automático de tarjetas SIM introducidas a teléfonos robados, ejercer presión a los fabricantes para fortalecer la codificación de los IMEI y para desarrollar sistemas tipo kill switch para inhabilitar teléfonos robados.

El alto nivel de homicidios, extorsiones y robos son una señal de la profunda problemática que tiene Guatemala en temas de seguridad y justicia. Pretender que con la aprobación de una ley desaparecerá de manera automática el robo de celulares o de las extorsiones, es una ilusión.

Publicado el 09 de Septiembre 2013 en www.elperiodico.com.gt por Editorial El Periódico
http://www.elperiodico.com.gt/es/20130907/opinion/234121/ 

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