Credibilidad y confianza

Curiosa fórmula para calificar la confianza.

Conversando con un apreciado amigo, me comentó que otro amigo (a quien reconozco la autoría del asunto), le había comentado sobre una curiosa fórmula que me atrevo a compartirles de memoria, por lo interesante que puede resultar.

La credibilidad y confianza se ganan a pulso y puede perderse. No es fruto de la improvisación, ni del discurso o elocuencia de la persona, sino de su coherencia. Porque uno puede confiar en alguien una vez, incluso puede volver a confiar una segunda vez, pero si en quien confiamos nos falla una y otra vez, la confianza se deteriora o desaparece.

Se plantean tres factores: la preparación, conocimiento o experiencia que sobre un asunto determinado posea la persona en quien queremos confiar; la coherencia o consistencia de los actos de tal persona, si hace lo que dice y piensa; y, finalmente, qué tanto la conoce usted.

Estos tres factores conforman el numerador de la fórmula. Si es un experto en el tema le asignamos hasta diez, o menos puntos hasta uno si no lo es tanto. Si es honesto y cumple con lo que ofrece, también puede dársele hasta diez, o una calificación menor. Si lo conoce, podría darle diez, pero puede asignarle menos si no lo conoce tanto. Cada factor puede calificarse entre uno y diez, de manera que al multiplicar los tres factores podría totalizar entre uno y mil.

Pero lo más importante está en el denominador de la fórmula. Si la persona es autoorientada, con independencia de criterio e integridad intelectual y ética, es de primera, lo ubicamos en el primer lugar, es decir uno. Pero si no lo es tanto, lo ubicamos en segundo lugar (dos), o quizás en tercer lugar (tres), o en el peor lugar (diez) si la persona no tiene criterio propio o es dependiente de otros o responde a intereses mezquinos.

Este denominador lo multiplicamos por diez. Si es el mejor, uno, se convierte en diez, pero si es una persona de lo peor, el diez al multiplicarlo por diez se convierte en cien.

Finalmente, el numerador lo dividimos entre el denominador, brindándonos un cociente entre diez y cien puntos, calificación que podríamos asignarle a esa persona a quien queremos creer y confiar. Entre más alto el resultado, mejor. Aunque sin garantía alguna, pruebe la fórmula. Le podría ayudar.

Publicado el 03 de Septiembre 2013 en www.elperiodico.com,gt por José Alejandro Arévalo Alburez
 
http://www.elperiodico.com.gt/es/20130903/opinion/233878/

José Alejandro Arévalo Alburez

 

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