El COVID-19 se ensaña con la juventud guatemalteca. La evolución de la pandemia hace sonar una alerta más: en Guatemala los jóvenes mueren en mayor proporción. Así lo muestran la letalidad y la mortalidad en personas de entre 20 y 59 años. La presencia de enfermedades crónicas sin diagnosticar, la desnutrición y la debilidad del sistema de salud incrementan la vulnerabilidad.
No Responses