“Desperdicié mi juventud en una pandilla”. “Andaba armado y matando”. “Pasé seis años en una cárcel”. Estas son algunos de los relatos que escucharon estudiantes del Instituto Nacional de Educación Básica Atlántida, zona 17, de la voz de expandilleros que cumplieron condena y ahora están rehabilitados.Hace más cinco años, la jueza Verónica Galicia escuchó la acusación contra cinco adolescentes por haber asesinado, robado y cobrado extorsiones.
Los procesó a los cinco y todos cumplieron sus penas tras las rejas. Esta semana los expandilleros, ya rehabilitados, aceptaron la invitación de la juzgadora para brindar sus testimonios a niños y jóvenes en las escuelas, como parte de un programa de prevención de violencia.
Galicia, jueza de Ejecución de Sanciones de Menores en Conflicto con la Ley Penal, llegó acompañada de los cinco expandilleros al instituto, donde los esperaban estudiantes y padres.
“Antes andaba armado y matando (…) Desperdicié mi juventud en una pandilla. Tengo tatuajes del Barrio 18”, declaró uno de ellos, cuyo nombre no fue revelado, quien ahora trabaja en un restaurante. Cuando la jueza Galicia lo invitó a brindar su testimonio no dudó. “Pude reformarme y por eso invito a los muchachos a que no se involucren”, dijo.
La charla forma parte del Programa Escuelas Seguras de la Subdirección General de Prevención del Delito de la Policía Nacional Civil (PNC). “Acá enviamos agentes a vigilar los alrededores”, mencionó la oficial Priscila Herrera.
El Programa de Prevención de la Violencia que impulsa la jueza Galicia también incluye a profesores de la Secretaría de Bienestar Social (SBS). “Lo importante es el testimonio”, dijo Antonio Balán, educador de la entidad.
Baleado
“Tengo 26 años, mi nombre no se los digo por precaución. Estuve ocho años y nueve meses en la cárcel. Salí el año pasado y en casa éramos seis hermanos. Les digo ‘éramos’ porque la pandilla mató a uno de ellos”, relató otro expandillero, que ahora es oficinista.
En la tarima del gimnasio recordó que a los 16 años fue baleado y una de las balas le destrozó el intestino.
Otro de los relatos se centró al ingreso a la pandilla. “Aquí afuera uno dice ‘A mí nadie me toca’, porque andás armado, pero allá adentro en la cárcel no eres nada. Te golpean por todo. Te mandan a limpiar los baños un mes y solo tu familia te visita”.
Datos
En la actualidad hay 845 jóvenes en las cárceles para menores de edad. Hay 595 que cumplen una condena y 250 que están detenidos de forma provisional mientras el Ministerio Público (MP) realiza sus investigaciones por hechos violentos.
Uno de los casos sucedió la semana pasada explicó Galicia. “A un joven que estudiaba en este instituto lo asesinaron a balazos. El hecho está en investigación y vinculado a pandillas”, dijo.
Los jóvenes también recibieron una charla de Yovani Ramos, del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (Iepades), organización que se unió al programa para orientar a los estudiantes a evitar involucrarse con grupos criminales.
La jueza de la niñez Verónica Galicia visita el Instituto Nacional de Educación Básica en la zona 17 junto con jóvenes que fueron reincertados después de haber sufrido conflictos con la ley.
"La prevención es fundamental", dice.
Vía @prensa_libre pic.twitter.com/BlwOB1EKjS— Kenneth Monzón (@kmonzon_pl) August 24, 2018
La recomendación a los padres de familia fue que eviten los malos tratos y vigilen todo el tiempo a los niños y a los adolescentes. “Muchas veces les ofrecen dinero y así son reclutados. Eso lo he visto en los casos judiciales”, puntualizó Galicia.
Los menores en conflicto con la ley penal están procesados, en 25 por ciento, por asesinato; 18 por ciento, por portación de armas de fuego, y 30% por otros delitos. El resto son delitos menores.
Satisfechos
El vendedor Vidal Beltrán Valenzuela se sintió satisfecho por la actividad. “Me sorprendió que mostraran fotografías y videos de los asesinatos, pero es un llamado de atención para vigilar a nuestros niños”, añadió.
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