Con una gorra que la cubre de los rayos del sol, una escoba y un rastrillo, Juana Imelda Cáceres Sagastume, de 76 años, llega a diario al polideportivo de Residenciales del Norte, zona 17, para limpiar y brindar un espacio limpio para sus vecinos.
“Hay gente que pensará que a los 76 se acabó la vida y uno debe estar en cama tomando café todo el día, pero mi caso no es ese, no quiero que lo sea. A mí me nace salir a caminar y cuidar las plantas y árboles del parque”, exclamó Cáceres Sagastume, previo a conceder una entrevista Prensa Libre.
Su caminar es ágil y sus movimientos precisos, a las 9.30 horas es habitual que los vecinos del complejo residencial vean llegar a Juana Imelda al parque. El 7 de octubre último el polideportivo fue habilitado por las autoridades municipales luego de una restauración y se le hizo un tributo a la vecina de 76 años, el parque lleva su nombre, Juana Imelda Cáceres Sagastume.
Su caminar es ágil y sus movimientos precisos, a las 9.30 horas es habitual que los vecinos del complejo residencial vean llegar a Juana Imelda al parque. El 7 de octubre último el polideportivo fue habilitado por las autoridades municipales luego de una restauración y se le hizo un tributo a la vecina de 76 años, el parque lleva su nombre, Juana Imelda Cáceres Sagastume.

Luego de la oración empieza a limpiar los senderos del polideportivo, luego pasa el rastrillo por el área en que están las flores y los árboles, así limpia el parque.
Este trabajo lo hace desde el 2005 y asegura que seguirá haciéndolo. Hay trabajadores de la comuna capitalina que llegan a podar los árboles y la conocen.

Explica que empezó a limpiar el parque por iniciativa propia. “Todo comenzó porque salía a caminar y vi que el lugar estaba descuidado, entonces empecé a venir con mis escobar y me propuse mantener limpio el parque para que mis vecinos tuvieran un lugar cómo para distraerse”, afirma.
Bondad
“Es una vecina dedicada a cuidar nuestro espacio, lleva años de llegar a cuidar el parque. Los vecinos un día platicamos de esa energía que demuestra y la directiva solicitó la renovación, y ahora es una realidad, el polideportivo fue arreglado y nos inspiramos en doña Juanita”, indicó Gloria Hernández, vecina.

En años anteriores Juan Imelda estuvo vinculada al trabajo social en la iglesia católica a la que asiste, entre sus aportes estuvo el cuidado de personas de la tercera edad en un asilo y también de niños.
“Siempre he querido ayudar y sigo haciéndolo, si un vecino necesita algo que no dude en ir a tocar la puerta de mi casa porque recibirá algún apoyo”, dijo Juana Imelda.

Por Edwin Pitán, 16 de Octubre de 2017, por Prensa Libre
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