Nuevo ciclo

notascuxg_mes_enero_11-3

Publicado por el Periódico el 11 de enero 2017

http://elperiodico.com.gt/opinion/2017/01/11/nuevo-ciclo/


Bisagra entre necesidades y oportunidades.

Adelante con un nuevo ciclo escolar. Ese proceso colectivo hecho para formar ciudadanos. ¿De qué tipo de ciudadanos hablamos? Supongo que unos con las herramientas suficientes para sobrevivir en esta jungla; para triunfar; para asumir la diversidad como un valor; para expresarse con independencia; para vivir bien; para ser más humanos y menos bárbaros; para planificar una vida ordenada; para plantearse proyectos viables; para ser responsables; para obtener un trabajo digno; para aportar al desarrollo integral; para detener la depredación del ambiente; para excluir el racismo y la discriminación; para combatir la pobreza; para promover una cultura de paz. Para garantizar la equidad; para trabajar por el bien común. Para fortalecer la empatía y la solidaridad. O sea, ciudadanos libres, capaces de ser una esperanza para Guatemala.



Sin embargo, los datos con los que inicia el ciclo escolar, no son nada alentadores (nuevamente): se habla de millones de niños y jóvenes fuera de esa posibilidad que, por cierto, debería ser obligatoria. La cobertura en primaria (que se decía completa) hoy rasga el 78 por ciento. El fracaso en primaria (sumatoria de retiro y pérdida) es de un penoso 30 por ciento. La prueba de matemática, aplicada a graduados, la gana únicamente uno de cada diez. Más allá de las sistemáticas carencias de escritorios, materiales y edificios en pésimo estado, hoy Guatemala invierte el 2.5 del PIB en educación. Para darnos una idea, Costa Rica invierte el siete, El Salvador el cinco, Honduras el 5.5 y Nicaragua el seis.

La educación es un proyecto político que urge reivindicar. Convertirse en asunto de Estado y no de gobiernos. Si lograra visualizarse en el imaginario colectivo como urgencia nacional; si dejara de ser únicamente bandera electoral para luego caer en el abandono (siempre pasa), entonces tendríamos alguna posibilidad de sobrevivir. Si comprendiéramos que un país que no toma la educación como prioridad está perdido, entonces habría mucho que celebrar en este nuevo ciclo escolar. Que no fuera uno más en las estadísticas tristes de nuestra historia. Que no se tratara únicamente de maquillar y mantener oxigenada la crisis.

Más que buena voluntad por parte de las autoridades de esa cartera, se necesita de recursos y de sólidas acciones políticas para poder mencionar la palabra “futuro” con dignidad. Porque jamás olvidemos que este no es un asunto de favores y de caridades. Este es un asunto de justicia y de derechos.

No Responses

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


The reCAPTCHA verification period has expired. Please reload the page.