Cifras que revelan una triste realidad

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Así, cuando los productos escasean lo más seguro es que sus precios suban. Y cuando estos abundan, los precios bajan.

Claro que en países como el nuestro, donde los abusos son constantes de parte de quienes producen, casi siempre puede observarse que se cumple con las leyes de la economía cuando los precios suben, pero se olvida aplicarlas si estos  bajan.

Esta semana durante los continuos monitoreos que efectúa el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), se ha podido detectar una subida de precios poco usual en esta época del año, en productos como el aguacate y el tomate.

Pero eso no es nada si se revisan los datos oficiales del Índice de Precios al Consumidor (IPC), cuyas cifras confirman el alza general en los precios.

Si el gobierno y el Banco de Guatemala (Banguat) no logran contener la tendencia, podríamos cerrar el año, incluso, con una cifra no vista en el país durante los últimos 10 años. Y es que la meta del Banguat de 4 puntos (+/- 1), está a poco de rebasar el +1. A junio, la inflación interanual ya reflejaba una subida de 4.43 por ciento, mientras que al mismo período del año anterior era de 2.39 por ciento.

Es fácil ver el problema revisando la inflación acumulada a lo largo del primer semestre del año, pues sumó 2.42 por ciento, mientras al mismo mes de 2015 era de 1.08, es decir, que estamos a poco más del doble que el año anterior.

La numeralia no fuera tan preocupante si los ingresos de la mayoría de los guatemaltecos fueran mejores. Sin embargo, ahí es donde está el meollo del asunto. Resulta que a junio pasado, la Canasta Básica de Alimentos (CBA) reflejó un costo de Q3,773.40, lo que significa que solo para comer decentemente, una familia necesita de esa cantidad de dinero. Entonces, si eso se contrasta con el salario mínimo que es inferior en unos mil quetzales, entendemos con mayor facilidad el porqué somos el país con más pobreza crónica de toda Latinoamérica y enfrentamos serios problemas de desnutrición.

Y hablamos solo de la comida, porque si vamos más allá, porque bien dicen que no solo de pan vive el hombre, la cosa es más preocupante. La Canasta Básica Vital (CBV), es decir, la que cubre las necesidades principales de una familia requiere de ingresos de al menos Q6,885.77.

Las cifras nos dan una idea de por qué nos estamos muriendo del hambre.

Publicado por www.s21.gt el 02 de Agosto 2016 por Redacción.
http://www.s21.gt/2016/08/festival-poesia-en-centro-historico/

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