Los trabajos propios de Semana Santa comenzaron para varias familias de artesanos de Antigua Guatemala y Jocotenango, Sacatepéquez. Se apresuran para elaborar los adornos procesionales y de velaciones.
Desde el inicio de la Cuaresma laboran en jornada doble para cumplir con la elaboración de los adornos de las andas procesionales y velaciones, tanto en la ciudad colonial como de otras parroquias del país.
Materiales como la fibra de vidrio, duroport, aserrín, yeso, cartón y pintura acrílica saturan, por momentos, el taller Decoraciones Nuestra Señora de Fátima, propiedad de José Adolfo Pérez Gálvez (calle a San Felipe No. 26, Jocotenango).
Este artesano tiene a su cargo la elaboración de los decorados de velación de iglesias como la de San Felipe de Jesús, Antigua Guatemala; San Lorenzo El Tejar, Pastores; Magdalena Milpas Altas y San Juan Alotenango, Sacatepéquez. Así como también la Inmaculada Concepción, zona 18 de la capital, entre otras.
Pérez explica que los proyectos se presentan a las hermandades desde noviembre del año anterior para su aprobación, y en enero comienzan a trabajar, pero es durante la Cuaresma cuando se intensifica la labor. Una de las dificultades del decorado, por lo menos para este artesano, es el armado, ya que en el proyecto inicial se trabaja a escala.
Víctor Manuel López Méndez, de Artesanías y Decoraciones el Sagrado Corazón de Jesús (calle de Bolaños No. 5 B, Jocotenango), tiene a su cargo las andas de las iglesias de Santa Inés, Escuela de Cristo; Nazareno y Virgen de Dolores, de San Francisco; Ciudad Vieja y San Miguel Escobar, del mismo municipio.
López, quien desde 1972 se dedica a la elaboración de altares de velación, explica que los lienzos de papel unidos pueden llegar a medir hasta 11 por 10 metros. “Es considerable la dificultad para moverlos y montarlos”, asegura. Por ejecutar este trabajo es necesario el apoyo de varios hombres para que no se rasgue el telón” asegura.
Según Pérez, los precios de los decorados varían dependiendo del tamaño y la calidad de los materiales. Regularmente superan los Q14 mil e incluso algunos pueden costar más de Q100 mil. De esa cuenta muchas hermandades optan por alquilar imágenes como ángeles y personajes bíblicos para así bajar costos.
López cuenta que el alza se debe a que las pinturas acrílicas, brochas, cartón, resistol y papel craft suben de precio cada año. Los decorados para altares de velación oscilan entre los Q3 mil 500 y Q8 mil, dependiendo de las dimensiones y el tipo de trabajo.
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