¿Y si Guatemala cambia?

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Los guatemaltecos llevamos a cuestas esta larga historia de amor-odio hacia Guatemala. Un karma duro y pesado. El dolor ha sido tan largo y la esperanza ha sufrido tantos reveses que nos ha hecho escépticos inquebrantables: nada puede cambiar en este lugar, donde el statu quo parece hecho de roca. Y sin embargo, la realidad se está empeñando estos días en golpear nuestra endurecida rigidez.

Agricultores y miembros de organizaciones comunitarias en Nueva Concepción, Escuintla, recuperan para sí el río Madre Vieja, secuestrado con abuso de poder por los grandes finqueros: plantaciones de palma africana y caña de azúcar. Este caso nos ilustra que la pobreza en Guatemala tiene una causa clara en la apropiación ilícita de los recursos naturales, con la inercia de un Estado cooptado. Y, sin embargo, la gente puede cambiar el curso de las cosas tomando una posición ciudadana fuerte.

Aceros de Guatemala es acusada de una millonaria evasión fiscal. ¿Cuándo han sido perseguidos en este país los grandes evasores? Hacen alianza con el poder y se hacen ricos sobre la base de privilegios y transgresiones. El caso es paradigmático.

Las mujeres de Sepur Zarco sacan a luz, con valentía abusos cometidos durante el conflicto armado por el Ejército de Guatemala. La mujer siempre ha sido un objeto este país. Especialmente si se trata de una mujer indígena. Remontar la desvalorización que esto implica y presentar una acusación es extraordinario.

La Corte Suprema de Justicia suspende operaciones en la mina La Puya por no haber consultado a las poblaciones indígenas. Esta resolución se convierte en reivindicación de la lucha social que han mantenido tantas poblaciones a lo largo y ancho de Guatemala para la protección de su territorio.

Finalmente, el día de ayer, el Congreso dictó una ley que fortalece el Ministerio Público frustrando las intenciones de algunos malandros por tergiversar el proceso (incluyendo a los diputados del partido FCN al que pertenece el impoluto Jimmy).

Si unimos los puntos, podremos comprender que las cosas han venido cambiando, en todos los puntos cardinales, por diferentes razones y que lo que ahora conviene es percatarse de ello. La gente que logró estos cambios lo hizo no sobre la base del escepticismo, sino de la esperanza y del trabajo. ¡Qué gran lección! Hay que trabajar en lugar de dedicarse a la negación de las cosas. Asumir el cambio compromete.

Plaza Pública cumple cinco años de vida. Quiero atar este hecho a los anteriores porque no cabe la menor duda de que la libertad de expresión y la extraordinaria labor que ha realizado el periodismo independiente en Guatemala, son piedras angulares de cada cambio que celebramos.

Publicado en www.elperiodico.com.gt el 26 de Febrero 2016 por Carol Zardetto
http://elperiodico.com.gt/2016/02/26/opinion/y-si-guatemala-cambia/

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