¿Por qué apoyo la pena de muerte?

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Son criaturas peligrosas y dañinas.
 
El “estado de guerra” es uno de enemistad y destrucción que se produce cuando, de modo premeditado, una persona actúa contra la vida de otra, explica J. Locke en su segundo tratado de gobierno. Quien se pone en “estado de guerra” contra otro se expone a que su vida sea tomada por aquel, o por cualquier otro que se le una en su defensa, en virtud de la ley fundamental según la cual uno debe conservarse a sí mismo hasta donde sea posible, añade el filósofo.

Locke explica que un hombre puede destruir a otro que le hace la guerra, por las mismas razones que puede matar a un lobo, o a un león que lo ataca. Porque los hombres así no tienen más regla que la de la fuerza y la violencia.

En esta columna estuve así de cerca de cometer el error de oponerme a la pena de muerte en el supuesto de que las existencias de los delincuentes que cometen –premeditadamente– crímenes horribles, de esos que causan gran sufrimiento físico y psicológico a sus víctimas, a sus familiares y a sus amigos, son vidas humanas. Eso hubiera supuesto, el error, de que la existencia de los que asesinan y violan a una niña (por ejemplo) es igual a la vida de la niña, y a las de sus padres, sus hermanos, y sus amigos que viven pacíficamente.

Proteger la existencia de reos peligrosos como los que asesinaron a un repartidor de agua en el Preventivo de la zona 18, hace unos días, es una injusticia no solo para el repartidor, sino para las víctimas anteriores y para las víctimas futuras de aquellos criminales que… no te engañes, no se están rehabilitando en aquella prisión.

Es cierto que la vida humana debería ser respetada absolutamente y que nadie debería tener la facultad de dañarla; pero desde la perspectiva de Locke –que comparto– cuando un grupo de criminales asesina a una persona inocente, no como consecuencia de un impulso apasionado y momentáneo, sino de forma premeditada, los criminales se ponen en “estado de guerra” y deben ser tratados como criaturas peligrosas y dañinas.

La pena es la consecuencia jurídica de la declaratoria de un “estado de guerra”; y –en justicia– debe ser proporcional a la naturaleza de la destrucción causada.

 
Publicado el 19 de febrero de 2016 en elperiodico.com.gt por Luis Figueroa
http://elperiodico.com.gt/2016/02/19/opinion/por-que-apoyo-la-pena-de-muerte/

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