Iglesias rechazan tema sexual en propuesta sobre Ley de Juventud

Las autoridades de la Iglesia Católica afirman que las enmiendas previstas en la iniciativa de ley Nacional de la Juventud impulsadas por diputados subrayan el interés que tienen en impulsar agendas propias e ideologías de organismos internacionales.

En un comunicado de prensa, los miembros de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG) consideran que se trata de un hecho que atenta contra la soberanía nacional.

En el análisis presentado, se consigna que la enmienda promovida al artículo 11 de la propuesta en mención, se indica que buscan “garantizar el acceso a la educación integral en sexualidad con un enfoque científico, de género, derechos humanos y laica”.

La CEG manifiesta que lo anterior deja fuera el enfoque antropológico y que la denominada “educación integral y científica” que promueven organizaciones (frecuentemente financiados por organismos internacionales) “se reduce a la genitalidad promoviendo así la falta de autodominio, la promiscuidad y eventualmente la violencia sexual.

Incluso, citan que en los países donde se ha implementado este tipo de “educación sexual” ha tenido efectos contraproducentes. También consideran que si la ley contempla a los jóvenes desde los 13 años de edad y en ese momento “aún están bajo la responsabilidad y tutela de los padres”, razón por la que firman, ellos tienen el deber y el derecho de elegir la educación que desean para sus hijos.

“Es un ámbito privado en el que el Estado no debe incidir”, destaca Rodolfo Valenzuela Núñez, obispo de la Diócesis de la Verapaz y presidente de la CEG. La Iglesia también cita que las enmiendas pretenden utilizar recursos del Estado que deberían utilizar para atender realidades apremiantes del país, pero afirman que “se debe atender con urgencia la pobreza extrema, la desnutrición, la seguridad, entre otros”.

Los métodos anticonceptivos

La CEG dejó claro que enmendar el artículo 10 que reza: “garantizar el acceso a métodos modernos anticonceptivos y de planificación familiar; acompañado de consejería especializada”, y argumentan que eso contraviene los Derechos Humanos Fundamentales y la Constitución.

Agregan que hay países donde está despenalizado el aborto, éste es considerado como método anticonceptivo moderno y que ello vulnera la protección de la vida del no nacido y por ende, expone a la juventud a riesgos físicos, psicológicos, morales y espirituales alientan el libertinaje sexual, violencia contra la mujer, irresponsabilidad y el contagio de enfermedades de transmisión sexual.

Valenzuela finaliza con que las enmiendas a la ley no representan demandas de los jóvenes guatemaltecos,” al menos no de los cristianos, que conforman la inmensa mayoría de este país, ya que contradice la ley natural y las enseñanzas de la ley moral que orientan la vida de todo cristiano coherente”, finalizó.

César Vásquez, presidente de la Alianza Evangélica, argumentó que no está en contra de la iniciativa de ley, sino en todo lo que vino después, es decir, las enmiendas planteadas.

Esto, señala, es una demostración de quienes “subyugan al país a intereses ideológicos. Vemos intencionalidad en esto de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA).

La Alianza Evangélica afirma que “los enemigos de la moral y de la familia integrada y establecida en bases morales” aprovechando el proyecto de ley, trata de introducir modificaciones o ampliaciones para abrir las puertas a futuras leyes de aprobación “del asesinato de indefensos niños nonatos, más conocido como abortos”.

Refirieron por medio de un comunicado que al incluirse el término género, “deliberadamente se ignora la creación de Dios, quien creó a hombre y mujer, y no delegó en el ser humano la potestad de crear otros géneros de personas”.