
Ciertamente la Guatemala de mediados de hoy no es la misma que la de hace una año. No todos los días termina en la cárcel un presidente y un vicepresidente en funciones y buena parte de su plana mayor. Sin embargo, no podemos, ni debemos, dormirnos en nuestros laureles y creer que ya se ganó la guerra. A pesar de todos los avances que se han logrado, no hemos pasado de dar los primeros pasos de una larga y difícil travesía; ahora es cuando empieza lo verdaderamente difícil. Está claro que todos aquellos grupos que han adquirido vastas fortunas y amplias cuotas de poder gracias a la corrupción defenderán sus intereses hasta la última consecuencia.
Por más que se esfuercen la CICIG y el MP y brinden apoyo los organismos internacionales y los países amigos, la corrupción y la impunidad no se puede combatir de forma efectiva si no nos sumamos todos a esta lucha. Esta lucha no es responsabilidad única de Jimmy Morales y sus más altos funcionarios; de unos cuantos fiscales y jueces valientes; del periodismo independiente; de unos cuantos idealistas que se atreven a luchar en contra este mal, del titular de la CICIG o de la Embajada estadounidense. La corrupción es un problema de todos; el combate contra ella es responsabilidad de todos. Contrario a lo que dice un conocido refrán, en esta tarea el que no ayuda, estorba, y el que estorba es tan responsable como el corrupto.
Publicado el 30 de enero de 2016 en elperiodico.com.gt por Editorial El Periódico http://elperiodico.com.gt/2016/01/30/opinion/corrupcion-a-todo-nivel/
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