El próximo domingo, los ciudadanos, es decir los guatemaltecos conscientes hartos de la politiquería y la corrupción, deberán salir masivamente a votar si quieren superar la enorme votación cooptada de los clientes y los acarreados, que serán llevados en tropel a los centros de votación con la consigna de votar por el que paga. Millones de quetzales serán gastados en esta faena de volcar en las urnas a las clientelas y acarreados, cuyos “votos escondidos”, anticipan los “dueños” de los rebaños clientelares, demostrarán a los ciudadanos que estos son una insignificante minoría. El dinero manda en las elecciones, dicen con sorna los “esclavistas de la política”.
Es más, estos “mercaderes de la democracia electorera” afirman, con desdén, que el resultado electoral será sorpresivo y le tapará la boca a los que quieren el cambio, a los que exigen transparencia y rendición de cuentas, a los que demandan mejores servicios públicos, a los que rechazan el lucro en la política. El que pita manda, el que pita gana. Por tanto, están seguros estos “espoliadores de la política” de que saldrán victoriosos con sus votos contados que el dinero les asegura.
Por supuesto, los politiqueros, que vienen usufructuando el poder político in illo tempore, ante la opinión pública se presentan como “lobos con piel de oveja”, con “máscaras agraciadas”, tratando de ocultar su oscuro pasado de iniquidad y degeneración, así como sus reales intenciones de saqueo, despilfarro, odio, abuso y crimen. Por momentos estos actores improvisados pierden la compostura y dejan de fingir, lo que los retrata como lo que son: ¡Dinosaurios de la política!
Tan seguros están de la victoria electoral estos “vividores politiqueros” que ya han comenzado las componendas en el Congreso, abarrotado por “coyotes de la misma loma”. Incluso, se jactan de que fácilmente contarán con mayoría legislativa para tomar por asalto las arcas nacionales a través de desfinanciados presupuestos estatales. También se jactan de que han seducido a dirigentes empresariales y diplomáticos extranjeros con cantos de sirena.
La única manera de detener a estos “magos”, expertos en trucos y mentiras, así como de frustrar sus malévolas intenciones es a través del voto ciudadano masivo. En consecuencia, el próximo domingo, todos los ciudadanos de este país deben salir a votar y derrotar con la fuerza del sufragio a los clientes y acarreados. Ojalá que el voto ciudadano pudiera avasallar al voto clientelar, para que el mandato sea categórico, contundente, aplastante, depurador. Ciudadanos ¡a las urnas! Libérense de las cadenas de la politiquería, de la farsa, del saqueo y de la inmoralidad. Hagan realidad la Revolución Pacífica del 25 de octubre de 2015.
Publicado el 23 de octubre de 2015 en www.elperiodico.com por Editorial El Periódico http://elperiodico.com.gt/2015/10/23/opinion/ciudadanos-a-las-urnas/
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