No podemos permitir que la discusión del presupuesto para el año entrante tenga la misma tónica de todos los años: los politiqueros peleándose por ver quién se roba una mayor tajada de los fondos que nos van a expoliar a los tributarios. De ser así, de nada sirvió todo lo que sucedió este año en Guatemala. El presupuesto debe ser el detonante para abrir una discusión seria sobre la corrupción que plaga la administración pública y cómo hacemos para reducirla. ¿Está usted dispuesto a participar?
Si la discusión del presupuesto va a gravitar sobre los mismos trillados argumentos de que no alcanza la plata y se debe ver cómo se le quita más dinero a los tributarios, de nada ha servido todo lo que pasó este año en nuestro país. Si solo se va a hablar de cómo se van a gastar, desperdiciar y robar el dinero que a los tributarios nos ha costado mucho generar, lamento decir que los esfuerzos de la ciudadanía por cambiar el país han sido infructuosos.
Es que no se vale. No se vale que los diputados y toda la maraña de funcionarios, burócratas, tecnócratas y “expertos” tengan el descaro de salirnos nuevamente con el cuento de que lo que pagamos los tributarios no alcanza y centren su discusión en cómo nos van a esquilmar más, mientras no hacen ni siquiera mención de qué se va a hacer para reducir la corrupción que hay a todo lo largo y ancho de la administración pública. No es que no paguemos suficientes impuestos, lo que pasa es que se los roban y los malgastan.
¿Cuántas plazas fantasmas van a quitar del presupuesto? ¿Cuántas plazas de las novias y amantes van a quitar del presupuesto del Congreso? ¿Cuántas medicinas con inmensos sobreprecios van a dejar de comprar? ¿Cuántas compras de insumos sobrefacturados van a revisar?
¿Cuántas obras sobrepagadas y mal ejecutadas van a eliminar del botín del “listado geográfico de obras”? ¿Cuántos pactos colectivos absurdos, leoninos y costosísimos van a declarar lesivos? ¿Cuántos gastos superfluos, innecesarios o redundantes van a quitar del presupuesto? ¿Cuántos viáticos no justificables van a eliminar?
¿Cuántos viajes sin sentido de funcionarios y diputados van a quitar?
En eso se debe centrar la discusión. De otra manera, de nada sirvió todo lo que se hizo este año. Los ladrones, los corruptos, los vividores seguirán felices mamando de la teta de los tributarios como si nada hubiese pasado, y a los tributarios nos estrangularán todavía más para mantener el statu quo de quienes han aprendido a vivir muy bien, escondidos entre los entresijos del presupuesto.
Por cierto, considero que esto sucede como una respuesta natural a que las investigaciones y acusaciones de la Cicig y el MP se han centrado más del lado donde ingresan los fondos (la Línea), que del lado de la gran corrupción, que es donde se gastan las decenas de miles de millones de quetzales anuales que pagamos los tributarios. ¿Cuándo van a investigar y acusar a todos los que durante años han robado los fondos de los tributarios? ¿Cuándo? Y usted, ¿qué va a hacer? ¿Va a dejar que todo lo que avanzamos este año se quede en el olvido?
Publicado el 15 de octubre de 2015 en www.prensalibre.com por Jorge Jacobs http://www.prensalibre.com/opinion/presupuesto-corrupto
No Responses