Tiembla la mafia en Guatemala

La Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala surgió, operó y cumplió, a partir de la llegada del comisionado Iván Velásquez. Sus dos antecesores, con el escuálido respeto que merecen, nunca valoraron la importancia capital que la comisión posee y menos aún, la trascendencia de su vigencia y los efectos de sus acciones a favor de 15 millones de guatemaltecos. Pero la Cicig apuntaló su trascendente labor a partir de la llegada de un nuevo embajador de Estados Unidos, el señor Todd Robinson, activo y decidido, quien no vaciló en dar el apoyo pleno a ese ente internacional.

El tríptico de acero se selló cuando la independencia y la valentía de una mujer abogada superó todas las expectativas; me refiero a la fiscal Thelma Aldana. Este “triángulo de la justicia” obligó al organismo judicial para que se activara en contra de la corrupción, ciertamente, no sin dificultades, porque en el interior de ese cuerpo judicial, anidan jueces ligados a las mafias con quienes de antemano se sabía, no se podía operar. El desafío era identificar jueces probos y valientes que asumieran sus responsabilidades con transparencia y contundencia. Afortunadamente, para nuestro país, los hubo, hombres y mujeres, que merecen un efusivo reconocimiento.

Pero a pesar de lo anterior, poco se hubiese logrado sin el respaldo de una prensa independiente y comprometida con esa “tormenta perfecta” que vino a darnos fuerzas y esperanzas respecto a que podemos tener un mejor país. Se evidenció como contraparte, el lado oscuro de la prensa, esos medios cooptados por intereses político-mercantilistas, que se prostituyen al ponerse al servicio de los políticos corruptos de turno, a cambio de cobrarse facturas en
metálico cada cuatro años.

Hoy todo está más claro que el agua: sabemos como pueblo, con qué periodistas y con qué medios contamos, para proseguir con esta cruzada histórica que ya nadie podrá detener. Un reconocimiento inmenso a todos los periodistas patriotas, que cubren este proceso trascendente, con la cámara o el micrófono en mano, pero con el corazón latiendo al lado de su pueblo.

Desde Huehuetenango hasta Zacapa, desde Petén a Escuintla, miles de miles de guatemaltecos despiertan cada día con mayor consciencia e interpretan en mejor forma la coyuntura nacional; una sana politización se está dando, haciéndonos todos responsables de encontrar caminos para darle viabilidad a nuestro país. No menos importante ha sido la función cumplida por guatemaltecos radicados en el exterior, que desde sus propias circunstancias y sorteando sus limitaciones, se han expresado y han apoyado este proceso tan importante para nuestra patria.

Sépanlo mafiosos: esa Guatemala secuestrada, a la que creyeron tener siempre como rehén, ha dejado de existir. Hemos roto el cerco y nada ni nadie nos detiene. No importa que su filiación con la mafia les haya ubicado como políticos, embajadores, empresarios o funcionarios de Gobierno. Ya no pueden ocultarse, con nombre y apellido, los conocemos. Todos ustedes deberán ser juzgados, expropiados y encarcelados. Sépanlo mafiosos: Guatemala es nuestra, y la vamos a reivindicar.

Publicado el 31 de julio de 2015 en www.s21.com.gt por Manuel R. Villacorta O.
http://www.s21.com.gt/or-jojma/2015/07/31/tiembla-mafia-guatemala

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