¡Ánimo, Guatemala!

Todo lo que vale realmente la pena requiere de un gran esfuerzo y entrega para lograrlo. Y justamente es nuestro caso como país, ya que decidimos dejar el punto de confort, para entrar a una dimensión de lucha, que nos ha llevado a una dura batalla, que seguramente podrá cambiar nuestra nación, pero dentro de este proceso que vivimos hoy, estamos sufriendo una gran incertidumbre y terribles efectos económicos.


Guatemala vive tiempos muy difíciles, por la inestabilidad política que hemos tenido que soportar en estos últimos meses, que ha generado una gran crisis económica, que está afectando sobre todo a la población más pobre del país. Esta situación también ha tocado a la clase media, pequeños y medianos empresarios y profesionales que trabajan por su cuenta. Ya se ven muchos negocios que han tenido que cerrar sus puertas, porque simplemente no hay movimiento, no hay dinero, y el poco activo que alguien pueda tener, en este momento de inestabilidad no quiere hacerlo circular por temor a perder sus ahorros.

La repudiada clase política solo ha servido para enriquecerse ilícitamente y abusar del poder cuando llegan a ser funcionarios públicos, empobreciendo a la gente decente que sí trabaja de verdad; sin embargo, tienen que vivir en la miseria y condiciones infrahumanas. Quienes han gobernado y los que pretenden hacerlo, únicamente buscan desmoralizar a la gente para que pierdan la esperanza de luchar por tener un buen país.

Las manifestaciones empezaron de manera espontánea para poner un alto a la corrupción y a los descaros de Baldetti, que finalmente despertaron al pueblo dormido. Pero ya se perciben en algunas concentraciones “agendas ocultas”, gente acarreada y encapuchados.

Por ahora cada ciudadano está subsistiendo como puede, porque sabemos que el Gobierno es incapaz de proporcionar seguridad, salud, educación, justicia, trabajo, y todo lo que ya sabemos. Mientras se estabiliza el país, no queda otra que aguantar y apretar el cinturón. Pero por favor no dejemos de luchar pacíficamente, hasta cimentar los cambios que nuestra Guatemala necesita. Aquí no se trata de pelear con la Cicig o los gringos, ellos nos están tratando de ayudar y “ponernos la mesa”, para que nosotros mismos como pueblo tomemos la decisión. Están respetando nuestra soberanía, apoyando y fortaleciendo las instituciones propias del país. Guatemala apoya a Cicig, porque entendemos que es una oportunidad de oro para luchar contra la impunidad y fortalecer el sistema de justicia.

Sé que pedir calma y paciencia no es fácil, sobre todo cuando alguien no tiene comida sobre su mesa, sufre una enfermedad y no hay medicinas, o tiene que pedir limosna porque no tiene trabajo… A ver, ¿por qué alguno de los candidatos a la presidencia no se va y arregla las fugas de agua del Hospital Roosevelt? O ¿por qué no equipan tan solo una escuela, en lugar de gastar millones en vallas publicitarias o acarreos?

¿Sabe por qué?, porque a ninguno de los candidatos actuales les interesa realmente el bienestar de la población. Los invito a razonar, por favor, no tire su voto al caño.

Publicado el 24 de julio de 2015 en www.prensalibre.com por Brenda Sanchinelli Izeppi
http://www.prensalibre.com/opinion/animo-guatemala

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