Estamos atados a una fecha, el 6 de septiembre, anteponiendo el legalismo al propio bienestar ciudadano, se pretende que las elecciones se realicen sin reformar la LEPP. Para que así continúe la corrupción y la impunidad.
El mayor problema es que las personas honorables para gobernar a Guatemala acertadamente no quieren participar en política, porque el mismo sistema corrupto no les permitiría trabajar correctamente, a menos que se cambiaran ciertas leyes. Esta situación nos conduce a tener que tragarnos a los corruptazos de siempre y genera un impasse que nos mantiene estancados, sumado a la terquedad del gobernante que se aferra al cargo que deshonró y que ni siquiera tuvo la decencia de presentarse al Congreso personalmente ante la comisión pesquisidora. Que por cierto es tan cuestionable, que el propio Baudilio Hichos, presidente de la misma, es supuestamente todo un capo mafioso, que lleva más de 24 años dentro del Congreso, haciendo de las suyas. ¡Qué vergüenza!
Es ridículo que baste solo con ser guatemalteco y mayor de 40 años para ser candidato a la máxima magistratura, y que el TSE no indague a profundidad sobre la idoneidad, capacidad y honorabilidad de los aspirantes; no solo para presidente, sino diputaciones y alcaldías.
La población debe exigir que no se inscriban postulantes de dudosa reputación, y requerir planes de gobierno acompañados por un documento firmado que lo respalde, donde se especifique que de no cumplir a cabalidad con su propuesta, en un tiempo determinado, deberán renunciar y someterse a los tribunales de justicia. El derecho de antejuicio debe ser eliminado para los funcionarios.
Es necesario un cambio estructural en las LEPP, que puedan cimentar un proceso electoral de altura y que sean consideradas para este proceso 2015. La situación no puede esperar otros cuatro años más para cambiar. Urgen candidatos con altos estándares de calidad, capaces de establecer y poner en práctica políticas públicas que levanten esta nación.
Elegir a personas honestas ha sido y seguirá siendo un auténtico reto en nuestro país.
La integridad moral, capacidad y valores son condiciones no negociables, exigimos funcionarios públicos con una moral a toda prueba, ciudadanos modelo y líderes genuinos, que hayan realizado una labor social comprobable. No aceptemos perdedores y fracasados, dementes, expresidiarios y corruptos. Cicig ha anunciado que está preparando un informe sobre el financiamiento de los partidos políticos; seguro habrá nuevas sorpresas.
Los pronunciamientos deben incluir propuestas concretas, incluyendo las opiniones de todos los sectores.
Los diputados no se quedan atrás, y son ellos quienes deberán aprobar las reformas que se están solicitando, la conformación del próximo Legislativo es muy importante y no debe tomarse a la ligera, ya que por elegir gente de tan bajo nivel para diputados, estamos viviendo esta ingobernabilidad hoy.
Publicado el 19 de junio de 2015 en www.prensalibre.com por Brenda Sanchinelli Izeppi http://www.prensalibre.com/opinion/el-menos-peor
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