La tropezada estadía de Rigoberta Menchú en México

Los caricaturistas mexicanos retrataron a Rigoberta Menchú con fajos de billetes verdes. Cobró US$40 mil por participar como observadora en los sufragios intermedios que se celebrarán el 7 de junio.


Rigoberta Menchú volvió unos días a Guatemala el fin de semana del 30 y 31 de mayo. Foto: Dafne Pérez/ContraPoder

La Premio Nobel de la Paz en 1992, Riboerta Menchú, fue invitada a México a participar como observadora del proceso electoral (para diputados, senadores y algunos gobernadores) en México, que se llevará a cabo el domingo 7 de junio.

Un proceso tenso, con fricciones en algunos estados y con deslices de las autoridades electoralesque lo dejarán marcado en la historia. Tropiezos que alcanzaron a Menchú la semana pasada cuando fue acreditada por el Instituto Nacional Electoral (INE).

Para llevarla a México, el INE pagó US$10 mil y las fundaciones Murrieta y Tendiendo Puentes, US$30 mil.

El INE explicó que “es parte del financiamiento que nosotros otorgamos a diferentes grupos para hacer estos tipos de tareas y que ahora coincide con esta posibilidad”.

La periodista mexicana Sanjuana Martínez, redactó en sinembargo.mx que: “Lo cierto es que, una Rigoberta Menchú muy distinta y más allá de la defensa de los pueblos indígenas y su dignidad, se nos ha revelado ahora en México. Una pena, ¿no creen?”.

No fue la única metida de pata de la señora Menchú“, apuntó Martínez. “Además de la conferencia magistral pagada por el INE en Guerrero, también estuvo en Veracruz donde dijo, según consignaron los medios de comunicación, que ese estado gobernado por el mayor depredador de la prensa, Javier Duarte, es ejemplo en materia de derechos humanos”.

Pero en México, los medios ponen a Veracruz como uno de los estados más peligrosos para ejercer la profesión.

Como antecedente de la invitación a Menchú, un desliz involucra racismo e intervención telefónica al consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova.

El pasado 19 de mayo, se filtró a la prensa el audio de una llamada Córdova, en la cual se burlaba de líderes chichimecas que pedían representación de sus pueblos en las elecciones.

Cuestionada acerca de si la invitación recibida era para obviar el racismo expresado por el presidente del INE, Menchú indicó que tiene una filosofía del perdón. “Me han dicho ¿por qué no perdonas a quienes torturaron a tu madre? Por su puesto que los voy a perdonar, siempre y cuando me piden perdón”, ejemplificó.

Rigoberta Menchú fue acreditada como observadora electoral de México. Foto: Twitter

Ayotzinapa y las urnas

Por otra parte, a su llegada el 26 de mayo, exhortó “a los familiares (de los estudiantes normalistas desaparecidos de Ayotzinapa) a que traten de explicar la razón de cada uno de sus seres queridos, sin ocultar la verdad, porque la verdad nos dignifica a todos”. Una oración que caló hondo entre los grupos defensores de derechos humanos y los propios padres de los normalistas.

En realidad, como aclaró tres días después en Acapulco, Guerrero, quiso decir que en estos casos es necesario “hablar de ellos, reivindicar su memoria, hablar de su verdad, la verdad de su muerte y poner en la atención pública lo que pasó. La dignidad de la verdad de las víctimas la tienen primero los familiares, y segundo las víctimas que tienen la verdad”.

Pero su desafortunado comentario inicial, no tuvo remedio.

Otro trago amargo que sufrió la líder indígena fue cuando en Guerrero llamó al voto y a la participación en los sufragios. En ese lugar, los padres de los normalistas desaparecidos y otros grupos llaman a la población a que no deje instalar las urnas para evitar el proceso electoral.

“Durante muchos años he estado en distintas áreas de conflicto pero también en distintas áreas sin conflictos. Y mi menaje siempre es: participar, participar, participar. Señores, voten”, expresó.

Para finalizar su discurso, Menchú pidió un minuto de silencio por los 43 normalistas desaparecidos. Pero en lugar de que se guardara el protocolo, la activista social y productora artística Ana Gatica, la interrumpió para modificar el mensaje.

“No podemos seguir pidiendo un minuto de silencio por los desaparecidos, porque pedir un minuto de silencio por cada asesinado en nuestro país y en nuestro estado es quedarnos callados eternamente”, espetó.

Gatica le dijo: “Hermana Rigoberta. Admiro su lucha, que hemos estudiado en varios momentos, yo junto con otros colegas. Admiro que esté aquí y disculpe esta pregunta: ¿no sé cómo nos pueden llamar a votar?”.

Menchú aclaró su malentendido tres días después en conferencia de prensa y cinco días después en redes sociales. Foto: Twitter

Ante esto, de nuevo cuestionada por los medios de comunicación mexicanos, la premio Nobel de la Paz respondió que el voto es una “determinación personal”. “Yo tengo en mis manos elegir (…) Pido un minuto de silencio porque es una forma en la que oramos por nuestros desaparecidos“, dijo Menchú.

En Guatemala, la antropóloga Aura Cumes escribió en el sitio de la Comunidad de Estudios Mayas que “mi indignación no es solo hacia lo que usted dijo hermana Rigoberta. Con gran tristeza veo cómo sus cuestionadas palabras, han sido la excusa perfecta para revivir el racismo hacia los rostros morenos, las facciones, los cuerpos indígenas y contra la supuesta ignorancia de los iletrados”.

El revuelo de la tropezada presencia de Rigoberta Menchú como observadora del proceso electoral en México aún mantiene ecos. Mientras se le ve en marchas contra la corrupción y a favor de la renuncia del presidente Otto Pérez Molina, en el extranjero da pasos en falso, en función de un sistema que, desde adentro, es descrito como corrupto e inestable.

ContraPoder solicitó a la Fundación Menchú en repetidas ocasiones la postura de la premio Nobel, pero no fue posible conocer su opinión.

Publicado el 03 de junio de 2o15 en www.contrapoder.com.gt por Emiliano Castro Sáenz
http://contrapoder.com.gt/2015/06/03/la-tropezada-estadia-de-rigoberta-menchu-en-mexico/

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