¡No más de lo mismo!

Todo para mí caca para vos.
La crisis política actual ha vuelto a poner en evidencia los “pecados capitales de la política”, que son el abuso de poder, la codicia, la burla a la ley, la opacidad, el transfuguismo, la simulación y el cinismo.


Los politiqueros, a quienes lamentablemente se confió la construcción de la democracia institucional hace 30 años, nuevamente han llevado la situación al límite, al borde del salto al vacío. No podía ser de otra manera, porque los politiqueros no saben hacer otra cosa más que aprovecharse de la cosa pública, cual mercaderes o mercenarios, sin ver más allá de la punta de su nariz. Por supuesto, el saqueo demencial del erario y el desprecio por el interés general han redundado en la ruina de los servicios públicos esenciales (justicia, seguridad, educación, salud, infraestructura física, alimentación), así como en frustración, hartazgo, conflicto y violencia.

Lo increíble es que en plena crisis política todavía tienen el tupé (atrevimiento, descaro) de presentarse como los “salvadores de la patria” y proponer demagógicamente el cambio, la refundación del Estado, una nueva Constitución; no obstante, en el fondo buscan recrear lo mismo y más bien perfeccionar el “ogro gangsterista”. En todo caso, debemos tener presente que son seguidores fanáticos del gatopardismo, que se rige por la regla de oro de la politiquería que reza: “Que todo cambie para que nada cambie”.

No están dispuestos a ceder ni a conceder. “Todo para mí caca para vos” es la consigna politiquera. De ahí que defienden a capa y espada el gobierno de los negocios, por los negocios y para los negocios. Se garantizan la impunidad a través de la “politización de la justicia” y confían en que la población cree que los recursos públicos no son de nadie y pueden ser tomados y dispuestos con absoluta liberalidad y desparpajo por los infieles administradores públicos.

Hoy, como en 1993, apuestan a que la crisis se superará y que todo volverá a la “normalidad politiquera”. En 1993, después de la “depuración” regresaron al poder y nada pasó. Apuestan a que nuevamente las “alegres elecciones” los legitimen y les den una vez más el ansiado “cheque en blanco” para seguir aprovechándose de la cosa pública. Apuestan a que una vez más no habrá control del financiamiento político, a que las clientelas políticas les asegurarán la votación suficiente, a que los indignados votarán nulo y les facilitarán el “triunfo electoral”, así como a la creencia de que los guatemaltecos somos aguantadores y cobardes.

Estamos en plena crisis política y los politiqueros están en “campaña electoral”, empleando en ella lo mejor de su demagogia y pintándose como “hermanitas de la caridad”. Creen que la crisis se superará como en el pasado, con pan y circo. Sin embargo, de nosotros depende si queremos más de lo mismo o si existe voluntad de renovación. Ojalá que el gran despertar sea una realidad.

Publicado el 11 de mayo de 2015 en www.elperiodico.com.gt por Mario Fuentes Destarac
http://www.elperiodico.com.gt/es/20150511/opinion/12303/%C2%A1No-m%C3%A1s-de-lo-mismo!.htm

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