¿HA ESCUCHADO, ESTIMADO LECTOR, que Pérez Molina y Baldetti hayan dicho algo fuerte contra Monzón, como que es un ladrón o criminal y que debe ir a la cárcel? No, al contrario, la pareja presidencial se limita a decir que desconoce dónde está. Es más, la vicepresidenta lo alertó en Corea sobre la orden de captura en su contra y permitió que se diera a la fuga. Ha de ser de tal magnitud el compromiso de Baldetti con Monzón para que se haya atrevido a encubrirlo hasta las últimas consecuencias. Ese juego de lealtades permite que en el futuro, cuando sea capturado Monzón, este también guarde cierta lealtad hacia los jefes de la red, porque ellos lo han defendido en las buenas y en las malas.
AÚN FALTA GANAR LA BATALLA judicial, porque existen juzgadores que pueden torcer el rumbo del proceso. Por ejemplo, la jueza Marta Sierra les impuso una fianza a seis de los detenidos para que puedan salir en libertad, entre ellos Francisco Ortiz, alias Teniente Jerez, y Estuardo González, este último señalado de ser el enlace de la mafia con el número 1 del Ejecutivo. Es muy probable que ya esté en funcionamiento la estructura que el PP y Líder dejaron montada en el Organismo Judicial para sacarlos de apuros. La Cicig y el MP se llevaron meses para documentar este caso y lograr las capturas, pero ahora una jueza los deja libres en cuestión de horas. Es por este olor a podrido que poco a poco se hace más fuerte el clamor porque Pérez Molina y Baldetti renuncien a su inmunidad y se sometan a la justicia.
Publicado el 22 de abril de 2015 en www.prensalibre.com por Haroldo Shetemul http://www.prensalibre.com/opinion/jaque-mate
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