El grupo que operaba en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) se enfocó en las siete aduanas más importantes del país en términos de recaudación, por ser las más lucrativas por la demanda.
La primera aduana y más grande está situada en el Puerto Quetzal, en Escuintla, la cual recaudó más de Q5 millones 537 mil en el año 2013. Luego se ubica la del Puerto Santo Tomás, en Izabal, con más de Q2 millones 583 mil.
Le siguen las aduanas central y express aéreo, ubicadas en la ciudad capital; Tecún Umán, en San Marcos; Pedro de Alvarado, en Jutiapa, y Puerto Barrios, también en Izabal.
La línea de corrupción en dichas aduanas operaba de la siguiente manera:
Primero: La mercancía llega en contenedores a la aduana para ser revisada, seguido a esto la mercadería ingresa a un punto de control.
En ese momento un integrante de la red ofrece “asesoría” para pagar menos impuestos, por lo que el interesado recibe un número de teléfono y llama para ser asesorado. Se establece ahí la primera conexión con la estructura interna de La Línea.
Después, mediante una tabla paralela impositiva, acuerdan llenar la declaración de valor de aduana; el dueño del contenedor se comunica nuevamente para confirmar que el “negocio” está en pie.
Funcionarios ubicados en mandos altos y mandos medios de la aduana dan trámite al ajuste y el dueño de la mercadería hace el pago de impuesto ante la SAT ya con el ajuste acordado.
Por último el propietario del contenedor hace el pago de la comisión a integrantes de la red. El contenedor con la mercadería se retira de la aduana con su póliza pagada con la suma ahí especificada.
Publicado el 16 de abril de 2015 en www.prensalibre.com por Joel Suncar http://www.prensalibre.com/guatemala/politica/la-linea-y-el-manejo-de-una-estructura
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