Vallas anticipadas de políticos

Manchan los muros públicos.
 
Los partidos desobedientes continúan desafiando al Tribunal Supremo Electoral al inundar el paisaje nacional con vallas o pinturas en los cortes de tierra de las carreteras, con su simbología de colores y logo. ¿Quién dice que ganará el que más pinturas realice? No colocan banderas en las fachadas de sus propias casas, pero sí manchan los muros públicos. Esa es su educación, y nosotros solo podríamos cambiar tal práctica si acordamos no votar por los manchones. Los que no cumplen las reglas están de por sí inhabilitados moralmente para obligar después a que las cumplan los demás.


La próxima campaña se debatirá en las redes sociales (con campañas negras y ataques) y en vallas, yendo de lo íntimo/privado a lo exterior/público, donde ya hay ejemplos sorprendentes, como la valla con el torso expuesto de un hombre con la banda azul y blanco en diagonal, con el titular de “LE TOCA”. El Gobierno no es un juego infantil de te toca a ti y luego a mí, ni de voluntad personal sino de relevancia colectiva. Se trata de qué hace falta y a quién queremos al frente del problema dadas sus habilidades. El timón del barco no se le da a cualquiera simplemente porque le toca. La valla es machista, porque elimina la opción de que le toque el cargo a una mujer, y su significado implica turno para hacerte rico, famoso, pasear gratis por el mundo, mientras la nación continúa destruyéndose.

También hay una valla de Javier Hernández, que en muy poco tiempo se ha hecho conocido por su aparente regaladera de plata, que quiere ser diputado y su oferta es recibir lo público para continuar regalando sucedáneos de las bolsas de mujer y mochilas con su nombre. Yo no creo que la caridad y el ejercicio formal de la política tengan relación directa, porque el presupuesto nacional debe ser manejado con responsabilidad. Una gran pregunta aparece en las carreteras: ¿Por qué los políticos no quieren a Javier Hernández? Yo respondo que no creo que sea así, porque él debe ser amigo de políticos, ya se unió a un partido y anda haciendo campaña anticipada como los demás. Lo que se evidencia es que él asume que su competencia le teme, o le extraña que no se lo estén peleando, siendo según él tan popular. Parece riesgoso conducir a un cargo público a un empresario que se muestra caritativo con lo propio. El Gobierno no es una empresa para producir utilidades, ni es una institución de caridad. Lo que se requiere en la política es cualidad de mando y visión de Estado.

Publicado el 16 de abril de 2015 en www.elperiodico.com.gt por Méndez Vides
http://www.elperiodico.com.gt/es/20150416/opinion/11282/Vallas-anticipadas-de-pol%C3%ADticos.htm

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