Un alto a los políticos

En lugar de apoyar su actitud de rescate, se hacen de la vista gorda.
Los guatemaltecos somos gente inteligente, intuitiva trabajadora. En todos los estratos sociales presenciamos como poco a poco hemos avalado una democracia que la han ido debilitando poco a poco. Hoy por hoy, las decisiones para nuestro país cayeron en manos de gente avezada, incapaz, falseadora de las leyes, que nos conducen como la gran masa condicionada por el poder de su propaganda que ya va como un gran hato a dar su voto como algunos de ellos lo han estimulado: Engaños, falsas promesas, mientras se apoderan de los réditos que cada resquicio, cada decisión, cada territorio exista para ensanchar sus riquezas.

¿Votaremos por los mismos?

Cuando un pueblo, está luchando y paga con su precaria vida el costo de las estrategias perversas con que se retrasa a Guatemala, también sufre aguantando el cinismo en que se sostienen el escamoteo y la impunidad, hasta desde los mismos organismos del Estado. Estos mismos organismos son los que debieran exigir y salirle al atajo a los partidos políticos que con su proceder y su falta de respeto a lo que dictan las leyes están avalando la burla al Tribunal Supremo Electoral que pretende retomar el respeto a ese tribunal.

Más bien en lugar de apoyar su actitud de rescate, se hacen de la vista gorda con los excesos de los partidos, como si todos estuvieran en el juego del “Quien quita, otro puestecito de succionador no me vendría mal en el próximo gobierno”. Tanto dirigentes como candidatos están demostrando en todo el territorio y por todos los medios, que no tienen ni tendrán remilgo alguno para seguir pisoteando cualquier ley que pretenda someterlos. Actúan al contrario de lo que el votante espera: romper con la pantomima de la democracia e iniciar el rescate del país.

Cada cuatro años hemos estado avalando el protagonismo de aprendices de oligarcas que actualmente demuestran que ya no les importa ponerle el pie a quien fuere, con tal de ganar adeptos abusando de la ley. Sus excesos se acrecientan cuando deciden saltarse cualquier límite legal que no les permita avanzar en su demencial anhelo de ganar. Sus maneras de actuar serían deleznables en cualquier país donde se respetan las leyes, y la democracia no se manipula como un vil sistema de engañar gente.

Desde que se comprobó que las elecciones en Guatemala las ganan quienes más imagen hacen, a los políticos se les agudizó la neurosis de hacerse propaganda en los espacios donde su mano abusadora pueda llegar ya se trate de pintarrajear piedras y postes, en todos los caminos, o poniendo su logo hasta en los calzones de algunas mujeres que los deleitan y se les rinden en servilismo.

Tanto es su afán de ganarle espacio al otro, que algunos anticipadamente hacen peregrinación visitando al Señor de los Canales y las Radios, humillándosele. Pero también prometiéndole afincarle su poderío hasta la consumación de los siglos aunque se comprometa a los televidentes a una idiotez garantizada de por vida.

Nunca una situación, una forma de vida tan acosada, tan empobrecida, tan marginada, nos había exigido todo el valor, todo el pensamiento, para que reflexionemos y desde ya, rechacemos los desmanes de tanto abusador y tanto aprovechado. Busque su estrategia personal e infórmele a todos quienes lo rodean para que se sepa en manos de qué burladores de la ley caeremos, si no reflexionamos desde hoy. No somos borregos de los asesores de imagen, ni de la publicidad. Hechos y no palabras.

Publicado el 10 de abril de 2015 en www.elperiodico.com por Silvia Tejeda
http://www.elperiodico.com.gt/es/20150410/opinion/11009/Un-alto-a-los-pol%C3%ADticos.htm

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