Insoportable clientelismo

La semana pasada, se detectó que dentro de las bolsas de alimentos que regaló el Gobierno a la gente en Huehuetenango se encontraban las fotografías de la diputada del PP, Emilenne Mazariegos, y del presidenciable oficialista Alejandro Sinibaldi, lo que activó las alarmas en el Tribunal Supremo Electoral (TSE), por aquello de la campaña anticipada y del uso de recursos públicos en beneficio de los partidos políticos, prohibidos por la Constitución y la Ley, y en la Contraloría General de Cuentas (CGC), cuyas autoridades no han pasado de decir que se tomarán “medidas” al estilo de los sastres y costureros. 

El régimen clientelar de Otto Pérez (2012-6), al igual que el de Álvaro Colom (2008-12), ha centrado su principal gestión gubernamental en regalar alimentos y cosas a la gente “necesitada” (clientelas políticas), recreando la benevolencia de Evita, la esposa del presidente Juan Domingo Perón (1946-55 y 1973-4) en Argentina, también imitada hoy en día por Cristina Fernández de Kirchner (Argentina) y Dilma Roussef (Brasil).

Durante el régimen de Colom, con fines electoreros, se regaló, a diestra y siniestra, además de bolsas de alimentos, materiales de construcción, fertilizantes y dinero en efectivo (al igual que el régimen de Pérez), hasta paseos a la playa y magdalenas (bizcochos o pasteles) con las fotos de los benefactores de la patria, Colom y su esposa, Sandra Torres (presidenciable oficialista), haciendo realidad en Guatemala aquella célebre expresión, atribuida a María Antonieta, reina de Francia (S. XVIII), “si no tienen pan, que coman
pasteles”.

El paternalismo y populismo de los regímenes de Pérez y Colom se ejemplifica elocuentemente con las inolvidables y patéticas frases: “Soy la orgullosa madre postiza de 14 millones de guatemaltecos” y “los voy a invitar a irnos a comer una mojarra al lago de Amatitlán” de la vicepresidenta Roxana Baldetti, y “me estoy divorciando del Presidente para casarme con el pueblo, con la gente de Guatemala”, “no soy ni la primera ni la última mujer que se divorcia en este país, pero sí la primera que se divorcia por Guatemala” y “el sacrificio de la separación, lo hago por la gente pobre de Guatemala”, Sandra Torres.

En fin, se repiten una y otra vez los regímenes populacheros que hacen gala de demagogia, abuso y derroche. Eso sí, obligan a los tributarios a pagar más y más impuestos. ¿Hasta cuándo los guatemaltecos seguiremos siendo sorprendidos por los cantos de sirena de los politiqueros?

Siempre quedamos a la espera de lo que hagan el TSE y la CGC, aunque no esperamos nada en realidad. De repente y nos equivocamos. ¡Ojalá!

Publicado el 23 de marzo de 2015 en www.elperiodico.com.gt por Editorial El Periódico
http://www.elperiodico.com.gt/es/20150323/opinion/10265/Insoportable-clientelismo.htm

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